Enrique Castillo-Pesado

Ficción financiera

Enrique Castillo-Pesado

31 Mar, 2012

¡Se separa negocio de ultramarinos del global de aperitivos!

El recio ajuste en PepsiCo coincidió también con el de Kraft Foods, capitaneado por Irene Rosenfeld. La compañía se parte en dos grupos que cotizarán por separado en Wall Street. Se separa así el negocio de ultramarinos en Norteamérica del global de aperitivos. El proceso se espera culmine antes de final de este año. Rosenfeld estará al frente de este último.

La división de aperitivos genera actualmente 32 mil millones de euros, gracias a marcas como las galletas LU y el chocolate Cadbury. Y se espera que también tenga en su cartera otras marcas como las galletas Oreo y Nabisco (que tanto gustan a los mexicanos), los chicles Trident y el refresco en polvo Tang (favorito de Charlize Theron), muy potentes todos en países emergentes de Asia y América Latina. Kraft se separó hace varios años de Altria. Todas las compañías estadunidenses implicadas en el negocio de las bebidas no alcohólicas y de los aperitivos están “apostando” desde hace tiempo por sus mercados internacionales, para aprovechar el potencial de consumo de los nuevos mercados emergentes mientras maduran en Estados Unidos y Europa. Por ende, los analistas consideran los cambios anunciados en PepsiCo como positivos a largo plazo, mientras se prepara el terreno para el próximo líder (¿?). Indra Nooyi (de origen indio), consejera delegada y presidenta del Grupo de PepsiCo, es otra de las mujeres influyentes en el mundo de los negocios. Ella comentó que a la nueva estructura de mando volvió Brian Cornell, que se colocó al frente de Pepsi Americas Foods. Ahora es el responsable de Frito-Lay y de Quaker Foods & Snacks. Este ejecutivo trabajó antes en Sam’s Club, filial de Walmart. John Compton, presidente de PepsiCo, estará bajo la batuta de Nooyi. Y al romper con estructuras y paradigmas, Parchase-Nueva York espera ganar en agilidad y productividad. La cartera de productos de la compañía incluye 22 marcas que generan más de mil millones de dólares anuales en ingresos. Junto a las antes citadas están también los refrescos Pepsi-Cola, los zumos o jugos Tropicana y la tan solicitada por los deportistas, la bebida energética Gatorade.

PepsiCo va a recortar 3% su plantilla global, en un ajuste que afecta ya a ocho mil 700 empleados. La medida se enmarca en un plan de recortes de gastos con los que la multinacional espera generar ahorros de mil 500 millones de dólares en dos años. Nooyi dijo a los analistas del Wall Street que el ejercicio actual será de transición. Otro ejemplo de esta visión planetaria de la marca es la primera campaña publicitaria global que PepsiCo lanzará este verano. Pero existen especulaciones sobre la continuidad de Nooyi tras varios años al frente de la compañía, “a la vista del descontento dominante entre los inversores –serán chauvinistas–, que observan cómo la segunda firma de refrescos continúa perdiendo terreno frente a su eterna rival Coca-Cola. Los títulos de esta última aumentaron casi 10% en 2011 y los de PepsiCo se mantuvieron planos.

¿Pierde peso la Británica?

Muchos presumen –o presumimos– de contar con una Enciclopedia Británica en casa. Pero muchos ya no la adquirieron –hace años– por cara. Y hora resulta que dejará de publicarse en papel. ¿La harán virtual? (como lo hace ahora Ana Lilia Cepeda con libros exitosos). Todo era previsible. La ¿red? parece concebida para facilitar, a golpe de click todos estos maravillosos conocimientos que un día de 1768 tres amigos diseñaron, en Edimburgo (Inglaterra), “para recopilar y ofrecer a quien quisiera ¿conquistar la sabiduría de todas las cosas?” Ese viejo proyecto de la Ilustración de ¿saberlo todo? resultó extravagante en un mundo en el que, a través de diferentes soportes tecnológicos (y varios miles de millones de dólares), bastaba apretar un botón para acceder (ahora existe la red Google) a cuanto se quisiera conocer. Por ejemplo: las marmotas, los neutrinos, los blues de Moody Waters o Uqbar, aquel legendario lugar que Jorge Luis Borges descubrió en la undécima edición de la Británica, que siempre consideró “una obra maestra de la literatura”. Este colosal invento apareció por última vez hace un año y medio (2010): 32 volúmenes, 60 kilos que ocupan –u ocupaban, porque muchos las regalaron– varios metros de cualquier biblioteca. La pregunta de los intelectuales o de varios colegas: ¿cómo mantener esa proeza si a cualquier enciclopedia de las que circulan por internet se puede acceder a través de un celular o teléfono inteligente en cualquier remoto rinconcito y en cualquier momento del día, llueva, truene o haga un sofocante calor? Pero los jóvenes que aman las redes sociales (¿cada año costarán menos los juguetes digitales, computadoras Mac o teléfonos ficción?) me preguntan en la radio: “¿Enrique, para qué voy a cargar con toneladas de papel si puedo llegar al mismo sitio dando saltos al mundo digital?” O sea, como diría Octavio Paz: “Las viejas ideas empiezan a pasar velozmente a la historia”. Y para despedir este apasionante tema, una de las mejores marcas que resumía esa forma de ver las cosas había sido hasta ahora la Enciclopedia Británica: conocimientos contrastados, rigor puro, una excelente escritura (que ahora está perdiéndose). Mi comentario particular: hoy, cualquier hipótesis que tenga que ver con acumular, memorizar (que es básico para los que desean entenderlo todo) o forjarse unos cimientos suena a caduca. Sea como sea, era lógico que la Británica perdiera peso y miles de millones de dólares. Pero Steve Jobs (qepd) indicó que en la red le toca a uno promocionar y salvar su espíritu (“hay que reconocer que todo es una tarea apasionante”).

20 mil millones de inversión

Se sabe que Walmart ha estado creciendo –“a tasas poderosas”– los últimos años. En 2011, lo hizo a un ritmo de más de 13%, un poco más que triplicando el crecimiento del PIB. Reconozco que durante el año pasado abrieron 365 tiendas en México, otras 76 tiendas en Centroamérica, logrando totalizar cinco millones 735 mil metros cuadrados en piso de ventas. En Estados Unidos, precisamente en San Antonio, Texas, una noche me senté en un restaurante con varias personas. Una de ellas, Eddie Vanderbilt, comentó que Walmart es una empresa conservadora, además de que le apasiona superarse a sí misma. Y es claro cuando se analizan sus cifras que todo mundo: es amplia la posibilidad de que puedan superar los 20 mil millones de pesos de inversión y desafiar nuevamente las oscuras cifras de crecimiento del PIB de México. Aseguran que para este año lograrán crecer a doble dígito en sus indicadores, como “en piso de ventas” y que mínimo llegarán a seis millones, 366 mil metros cuadrados hacia finales de año. Por otro lado, entre las 441 unidades nuevas que abrieron, encontramos que por cada espacio esta transnacional invirtió 43 millones de pesos. Y si Walmart creciera este año un poco más de 10% en tiendas, es casi un hecho que abrirían entre 298 y 299 tiendas de todos los formatos, tanto en México como en Centroamérica. Y hasta la próxima, ¡abur!