Enrique Castillo-Pesado

Ficción financiera

Enrique Castillo-Pesado

4 May, 2013

A pesar de todo, Margaret Thatcher condujo a Inglaterra a un futuro mejor; Multiva se enfoca en pymes; y los Lauder, ¿los Kennedy de la cosmética?

Entrevisté a Margaret Thatcher en 1982 (teniendo como testigo a su esposo, el empresario Sir Denis Thatcher, en el No. 10 de Downing Street, ubicado en plena capital de Inglaterra), gracias a una recomendación de Ronald y Nancy Reagan (amigos íntimos de la familia mexicana Redo, dueños de El Dorado, uno de los latifundios más gigantescos que existieron en México), cuando éstos también destacaban en la Casa Blanca. Para la mayor parte de los europeos, Thatcher fue una política combativa y vertical. Por ende, a pesar de las lecciones amargas, Thatcher destacó entre los primeros ministros británicos igual que Enrique VIII entre los reyes. Ahora, muchos conservadores británicos ven a David Cameron, el primer ministro, como un heredero amilanado de la Dama de Hierro.

Sin embargo, la política económica del conservador ha sido más equilibrada y mucho menos divisiva. Las políticas de Thatcher se ejecutaron con absoluta convicción. Hasta su llegada al poder, la inflación de Reino Unido registraba regularmente dobles dígitos y Thatcher se convenció de que el monetarismo era necesario. Bajo su gobierno, subió los tipos de interés y recortó el gasto público para reducir la inflación, que entonces era de 18%. La libra, que ya era fuerte por el petróleo del mar del Norte, subió hasta los 2.4 dólares. Los detractores de Cameron sostienen que no tiene una estrategia de crecimiento, pero eso resulta insignificante si se compara con el endurecimiento fiscal y monetario de Thatcher y una libra alta, una mezcla que difícilmente podría haber sido más perjudicial para el crecimiento.

La tasa de paro aumentó hasta 12% en 1984, casi cuatro puntos porcentuales más que la en la recesión anterior. El norte industrial de Inglaterra, Gales y Escocia sufrió terriblemente. No se hizo caso a los 364 economistas que escribieron una carta de protesta al diario The Times, en 1981, pidiendo que se abandonasen las políticas monetaristas. Thatcher tenía razón, aunque se equivocaba. Había que luchar contra la inflación y había que corregir las políticas laxas de la década de 1970.

Pero no era necesario endurecer la política fiscal y la monetaria de una forma tan drástica. Se podría haber evitado algo de sufrimiento a la industria y al empleo. Puede que Reino Unido, que continúa registrando un importante déficit comercial 30 años después, siga pagando el precio de esas políticas. Y el error de Margaret Thatcher parece aún peor porque al final de su irregular mandato, con Nigel Lawson como ministro de Economía, permitió que el dinero en circulación aumentase, la inflación creció y se creó una burbuja inmobiliaria que, cuando estalló, deprimió la economía británica durante años.

Por último, en este tema, el contraste con el liderazgo del país en los últimos años de recesión es total. George Osborne, el actual titular de Economía, llegó al cargo con una inflación inferior a 5%, pero el déficit era del 11% del PIB, en récord en tiempos de paz. Estableció que su prioridad sería la reducción del déficit y endureció la política fiscal. Sin embargo, la
política monetaria ultrarrelajada del Banco de Inglaterra es un paliativo importante. Y la libra está baja, reflejo de los bajos tipos y la disposición a imprimir dinero. ¿Se imagina usted que todos los bancos de los países del primer mundo hasta el tercer mundo, se dedicaran a imprimir billetes? Mmm… ¡el acabose!

Ha crecido el mercado
de financiamiento

Luis Videgaray, secretario de Hacienda, expresó que es vital para México incrementar el crédito bancario al segmento de pequeñas y medianas empresas. Tanto para Videgaray como para Olegario Vázquez Aldir, director general de GEA, además de otros actores empresariales, es muy importante que las instituciones bancarias aumenten el crédito a las pymes. Y claro, Grupo Financiero Multiva (empresa del Grupo Empresarial Ángeles), ha estado fortaleciendo su presencia en el crédito a pequeñas y medianas empresas.

Hace unos días, Videgaray apuntó lo siguiente: “El nicho de oportunidad son las micro, pequeñas y medianas empresas, que generan 74% del empleo y solamente reciben 15% del crédito a las empresas. Sé que al cierre de 2012 el crédito bancario a las pymes creció 30% respecto al año anterior, y sólo alcanzó 188 mil millones de pesos. Por otra parte, Olegario Vázquez Aldir está de acuerdo en la necesidad de que se incremente el financiamiento a este singular segmento. Hace poco tiempo, me dijo que estaba seguro de que bajo la nueva administración de Enrique Peña Nieto mejorará el Estado de derecho, lo que –para cientos de inversionistas– será un gran incentivo y facilitará la tarea a todos los empresarios de México.

Y por si ustedes no lo saben, Multiva cuenta con la solidez necesaria para incrementar su intermediación financiera, porque tiene un alto Índice de Capitalización, que llega a 18.46%, de acuerdo con la última información dada a conocer por la Comisión nacional Bancaria y de Valores, con datos al 31 de enero de 2013. El Icap de Multiva superó por mucho los requerimientos de Basilea III, lo que sumado a un Índice de Morosidad de 0.7%, con cifras al cuarto trimestre del año pasado, muestra la fortaleza financiera del mencionado grupo financiero. Vázquez Aldir también indicó que la cartera de Multiva se encuentra diversificada en 13 sectores económicos y experimentó en 2012 un crecimiento de 64.3% a tasa anual.

Leonard Lauder entregó obras por 1.100 millones de dólares

Los Lauder son los Kennedy de la industria cosmética, y la donación de la colección de Leonard A. Lauder es el penúltimo capítulo de una historia familiar muy literaria. El hijo mayor de Joseph y Estée Lauder ha entregado al Museo Metropolitan de Nueva York 78 obras cubistas valoradas en más de mil 100 millones de dólares (839 millones de euros), lo que, según Forbes, supone 13.l5% de su fortuna que, hasta hace una semana, se cifraba en ocho mil 100 millones de dólares (casi seis mil 200 millones de euros). La publicación aseguró que sólo 23 personas han donado por encima de esta cantidad antes que Leonard.

Pero en el fondo, Lauder no ha hecho más que seguir la doctrina de su madre (Estée Lauder, a quien conocí hace muchos años, gracias a Dorothy López Negrete, casada con el banquero mexicano Eugenio López Negrete, todos ellos, fallecidos, hace algunos años), una mujer que defendía las recompensas de la generosidad. Uno de sus grandes hitos fue convertirse en la primera en ofrecer muestras gratuitas de sus productos. Esta idea se la copiamos los Alain Wertheimer (propietarios de la firma Chanel), Alain Roche y este columnista, en aquella época en que nosotros organizábamos los mejores eventos de moda con la Casa Chanel de París, tanto en París como en México.

Imperio de la belleza

La forma en que Estée Lauder –nacida Josephine Esther Metzer, hija de emigrantes de Europa del Este y criada en Queens– creó un imperio de la belleza es la materia de la que están hechos los mitos estadunidenses. Empezó vendiendo cremas caseras hechas por su tío en los años 40 y en 2012 el conglomerado que lleva su nombre cerró ventas por valor de nueve mil 700 millones de dólares. La empresa, que cotiza en Bolsa desde 1995, comprende 26 marcas de cosméticos de lujo, entre ellas Estée Lauder, Clinique, MAC, Tom Ford o Bobbie Brown. Sus dos hijos, Leonard A. (80 años) y Ronald S. (69 años), han contribuido a la gestión de la empresa y la fabulosa fortuna les permitió disfrutar de los privilegios y refinadas aficiones propios de los nuevos ricos de segunda generación.

La casa de Estée Lauder, en el corazón del Upper East Side de Nueva York, se abrió hace tres años para que Aerin, de 42 años, presentara un perfume inspirado en un proyecto que su abuela había abandonado en los ochenta. Arropada por su familia, escenificaba una de esas miradas por el retrovisor que Leonard defiende. No sólo por el escenario: el coctel servido por Mortimer’s, el restaurante favorito de Estée Lauder, Dorothy López Negrete y este columnista en una época (en los 80), y que cerró hace unos años.

Los dos hijos de Estée Lauder, quien falleció en 2004 a los 97 años, y tres de sus cuatro nietos, ocupan diversos puestos en la compañía. Ronald es el presidente de Clinique y tiene dos hijas: Jane dirige Origins y la mencionada Aerin creó su marca propia. Hace cuatro semanas, cuando cenaba con ella y su familia en otro restaurante de Nueva York, me decía: “¿Te acuerdas, Enrique, cuando venías con Dorothy y cenábamos en el Club 21? Ella se crió rodeada de arte. Y hasta la próxima, ¡abur!