La crisis en Ucrania y el maíz en México

Desde noviembre de 2013 comenzaron a generarse tensiones políticas al interior de Ucrania, ya que el gobierno se rehusaba a firmar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y, en cambio, se inclinó hacia reforzar los lazos comerciales y políticos con Rusia, con el fin de obtener precios preferenciales en el suministro que gas y ayuda económica, lo cual generó crecientes manifestaciones por parte de opositores al gobierno que sí estaban a favor de la firma con la Unión Europea.

El conflicto político se agudizó hasta llegar a la destitución del presidente Víktor Yanukóvich el 22 de febrero.  En este entorno, Rusia siguió apoyando al gobierno destituido acentuando las tensiones en la Península de Crimea (con mayoría pro-rusa y en donde tiene su base naval más importante en el mar Negro). Las tensiones desembocaron en un referéndum en el que 96.7% de los crimeos votaron a favor de separarse de Ucrania y anexarse a Rusia, país que defendió la legalidad de dicho proceso, firmando el acuerdo de adhesión y adoptando una posición aún más beligerante al movilizar sus tropas en la región. Lo anterior generó de manera inmediata la reprobación de la comunidad internacional y el inicio de una serie de sanciones económicas y políticas en contra de Rusia, que desde entonces se han mantenido vigentes.

Considerando esta situación, ¿cómo podría afectar a México el conflicto entre estos dos países que se encuentran al otro lado del mundo? ¿Sobre todo considerando la nula relación comercial que se tiene con ellos, ya que en 2013 sólo 0.12% de las exportaciones mexicanas se enviaron a Rusia y 0.01% a Ucrania? ¿Cuál es la importancia relativa de estos países en el entorno económico global, amén de que Rusia es el segundo productor mundial tanto de gas y petróleo con cuotas de 17.6 y 12.4 por ciento, respectivamente?

En este sentido, es importante tener una referencia de la magnitud de la economía de estos países: la de Rusia es la octava al aportar 2.9% del Producto Interno Bruto mundial, Ucrania ocupa el lugar 57 con 0.2%, mientras que la de México se ubica en el decimocuarto sitio con 1.7 por ciento. Aunque actualmente las economías de Rusia y Ucrania están estancadas y con riesgo de entrar en recesión, en los últimos años se expandieron con un sólido dinamismo: entre 2000 y 2012, el PIB de Rusia creció 5.2% en promedio anual, lo cual impulsó al de Ucrania que lo hizo en 4.4%, tasas que superan a la de 2.4% que registró México.

Más allá de estas cifras, es importante para México detectar las posibles vías de transmisión de las afectaciones generadas por el desarrollo del conflicto entre Ucrania y Rusia, siendo una de ellas el mercado del maíz, grano que es de gran importancia social, alimentaria y cultural en nuestro país.

En el ámbito mundial, Ucrania es el quinto productor de maíz con 3.2% del total global y Rusia el undécimo con una cuota de 1.2%; sin embargo, Ucrania es el segundo exportador mundial con 15.6% y Rusia el quinto con 2.7%, es decir, en su conjunto efectúan cerca de una quinta parte de las exportaciones mundiales de maíz, cantidad suficiente para alterar los precios mundiales en caso de que estos países tengan problemas para abastecer al mercado. De hecho, entre noviembre de 2013 y abril de 2014, el precio internacional de maíz se incrementó 11.7% al pasar de 199 dólares por tonelada a 224 dólares.

En contraparte, México es sensible a lo que acontezca en el entorno global ya que es un demandante neto de este grano: es el quinto consumidor al efectuar 3.3% del total mundial y es el segundo país importador con una participación de 10.1% global. En este sentido es importante precisar que, aunque México prácticamente es autosuficiente en maíz blanco (se destina esencialmente al consumo humano), es altamente deficitario en el maíz amarillo (se utiliza principalmente como alimento en el sector pecuario), ya que, de su consumo, 75% se abastece con maíz importado, por lo que alteraciones en los precios  internacionales afectan sensiblemente al sector pecuario nacional, ya que entre 40 y 60 por ciento de sus costos de producción están representados por los de los alimentos.

Lo anterior se traslada a lo largo de los eslabones de la cadena productiva, con los consecuentes incrementos en los precios pagados por el consumidor final.

De lo anterior se desprende la importancia para México del desarrollo que tenga el conflicto geopolítico y militar que prevalece entre Rusia y Ucrania, ya que ambos son importantes oferentes en el mercado mundial del maíz, producto que no sólo forma parte elemental de la dieta de los mexicanos, en el caso del blanco, sino que también es un elemento esencial de la cadena de producción del sector pecuario nacional.

*Economista y director de la Fundación Desarrollo Humano Sustentable
fausto.barajas1707@gmail.com