Ciudad de México.- “¿Lo quieres? En menos de una hora lo tienes” es el lema de Kangou, una startup de entregas urbanas en bicicleta que quiere demostrar que la economía, vista desde la perspectiva colaborativa, puede hacernos felices a todos.

Conformada por cinco chicos y un perro, esta startup está haciendo de los olvidos, los antojos y las bicis un cambio en la ciudad, ya que ellos han apostado por subirse al barco de la economía colaborativa, aquella que comparte en vez de poseer y que quiere cambiar al mundo con nuevas formas de hacer lo cotidiano.

A través de una pequeña vuelta a lo ya conocido (con la incorporación de redes sociales, sitios de internet, pagos en línea y apps), este tipo de economía que abraza a las nuevas tecnologías tiene un potencial de 110,000 millones de dólares, de acuerdo con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Pero ¿qué tiene de ‘colaborativo’ Kangou?

Además de incorporar la tecnología como uno de sus elementos más importantes, Mick Islas cofundador y bicimensajero de Kangou, declaró que espera hacer de esto una comunidad y hacer crecer el número de bicimensajeros de Kangou como un beneficio mutuo.

Actualmente ya trabajamos con más de 50 ciclistas que colaboran con nosotros. (Cualquiera) lo puede hacer en sus tiempos libres, no es como un empleo tradicional, no es como (ser un) empleado, sino que eres un colaborador para nosotros”. 

Además destacó la importancia de concientizar a las personas sobre el ciclismo y no sólo crecer en número de clientes.

A lo mejor no andas en bicicleta, pero en el momento en que empiezas usar ese servicio, te sensibilizas porque el ‘cuate’ que te entregó, llegó en (por ese medio)”.

La característica de estas startups que hacen de lo cotidiano algo disruptivo y que crece como la espuma es reconocer que quien no puede tener se conforma con probar y esto es lo que hace a la economía colaborativa imparable, porque además representa la fusión entre lo innovador, la economía (donde todos ganan) y el cuidado al medio ambiente.

Tan es así que un color lo representa: el naranja, símbolo de la creatividad y la comunidad, pues de acuerdo con Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo multimedia, la publicidad, el software, videojuegos y soportes de medios permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales; además este color se suele asociar con la cultura, la creatividad y la identidad.

Y ya que la economía naranja es uno de los “grandes beneficiarios del desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación”, debemos aprovechar las tecnologías disruptivas que cambiarán nuestro futuro por su potencial para generar nueva riqueza.

¿Para qué?

Para poder combinar lo clásico (como las bicis) con lo moderno (apps, sitios de internet, redes sociales y pagos móviles) para hacer bicimensajería efectiva en la que todos puedan participar, tener confianza y saber a quién se le hace un encargo.

*livm