Puntajes: llamadas, aspirinas y respingos

Uno de los elementos clave para que se reactive el crecimiento económico es que fluya de forma sólida el presupuesto federal que, particularmente este año, registra un aumento importante por el déficit aprobado.

Le comenté la semana pasada que constructores e inversionistas que les acompañan cada vez se molestaban más por algunas decisiones determinadas por “puntajes” que llevaron —al menos visiblemente— a la constructora y administración de concesiones OHL, que preside José Andrés de Oteyza y dirige Sergio Hidalgo, a concentrar un número importante de las licitaciones recientes.

El tema circula y circula y todo el radio pasillo podría estar cargado con fuego amigo, fuego cruzado, verdades a medias y realidades posibles, pero si a eso suma el sistema de puntaje que ya les había dado migraña a todas, tal vez debería ser explicado muy bien y transparentado al máximo para evitar malas percepciones.

Yo no le entiendo y, fíjese nada más, ¿se acuerda de aquel asunto que fue rodeado de críticas por la forma en que el sistema de telepeaje fue adjudicado al consorcio encabezado por Impulsora de Servicios Terrestres de Roberto Alcántara, Cointer Concesiones, Azvi Cointer de México, e Integra Ingeniería? Pues ha trascendido que Capufe, que dirige Benito Neme, tiene que extender el contrato a IAVE por unos meses más, porque no estaban listos para prestar el servicio. Un caso muy similar a lo ocurrido en el AICM de Alfonso Sarabia con Eulen.

Pues le cuento nos enteramos de que al cierre de la semana pasada a los constructores les dieron una aspirina, previo una llamada que salió de las oficinas del mero mero de la SCT, el secretario Gerardo Ruiz Esparza.

La llamada —nos cuentan— fue cuando menos para Carso, de Carlos Slim; ICA, de Bernardo Quintana; Tradeco, de Federico Martínez, y Prodemex, de Antonio Boullosa, para explicar a cada uno de ellos que no existe preferencia por ninguna empresa y que el sistema de puntaje era lo mejor para adjudicar las obras. Hay calma, pero insisto en que debiera conocerse con mucho detalle por qué alguna acumula más puntos que otras, pues todas conocen sus debilidades y sus fortalezas.

Lo peor que le puede ocurrir al presidente Enrique Peña Nieto a estas alturas es que a la sensación de que el dinero no fluye se añadan versiones de corrupción o falta de transparencia. Carlos Raúl Murrieta Cummings, subsecretario de Infraestructura, y Carlos Almada, de Transporte, que en los trenes comparten responsabilidades, saben que los puntajes han sido un tema de poco entendimiento, y estoy segura de que lograrán una buena forma de comunicarlos antes, durante y después de los procesos de licitación.

Y la aspirina. No sé si fue para todos los constructores, pero al menos para ICA, que lidera Alonso Quintana Kawage, acompañada de Construcciones y Trituraciones, pues el jueves por la noche se le reveló como ganador de la licitación LO-009000988-N19-2014, que es la construcción del túnel ferroviario portal poniente que forma parte del Tren Interurbano México-Toluca.

Con una propuesta por dos mil 855.4 millones de pesos con IVA la ganadora fue ICA, al acumular 50 puntos, y tomando en cuenta que llevaba varias entradas y no lograba ninguna y no acaba de librar el zafarrancho de la Línea 12 con Joel Ortega, les llegó como una bocanada de aire fresco al pulmón ahogado.

¿Pero por qué fue aire? Porque en junio OHL fue, con La Peninsular y Constructoras de Proyectos Viales de México, la ganadora de la obra civil del primer tramo de la México-Toluca y hoy justo ese consorcio, sin OHL, quedó en segundo lugar en el sistema de puntaje recibido.

Ya sabe, ayer dio a conocer la “preconvocatoria” para el tren rápido México-Querétaro. Igual es mucho lo que está en juego en dinero y posible administración de concesiones.

De cualquier manera, los constructores nacionales están muy pendientes y revisarán casi, casi con lupa, el fallo de la licitación LO-009000988-N29-2014, que es la construcción del Viaducto 2 en la Zona Metropolitana de Guadalajara, y forma parte de la Línea 3 del Tren Ligero en Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque. El fallo se dará el miércoles 30 de julio.

De este proyecto, la propuesta económica más baja es la de ICA por mil 726 millones de pesos. Le pisa los talones OHL México con mil 743 millones de pesos; Mota-Engil presentó una propuesta por mil 827 millones de pesos. Pero ya sabe que la propuesta económica no necesariamente coincide con el puntaje.

Las de Carso y Tradeco son por mil 899 y 2 mil 150 millones de pesos, respectivamente, 10% y 24.56% más elevadas.

Ahora, la gran pregunta es si ante la inminente cascada de licitaciones de obras de cara al Plan Nacional de Infraestructura por 7.7 billones de pesos los constructores nacionales seguirán quejándose, en especial de los europeos, que les han ganado las más jugosas. Ya se habían dado intentos de alcanzar acuerdos de reciprocidad entre los constructores de España y los de México.

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), a la llegada de Luis Zárate a la presidencia, buscó una nueva relación con sus contrapartes españolas.

Incluso, le cuento que la CMIC, con apoyo de ProMéxico, que encabeza Francisco González Díaz, elaboró un convenio de colaboración con el que los constructores españoles en su momento dijeron estar de acuerdo. Anote cuando menos a OHL México de José Andrés Oteyza, Isolux, de Octavio Pastrana, y Grupo Mall, entre otras.

De eso ya han pasado dos años, y a juzgar por el enojo de los constructores nacionales, pareciera que no se ha firmado y, en caso de haberse firmado, es letra muerta.

No olvidemos que en la última visita del presidente Peña a España se acordó tender y tejer un buen marco de relación entre empresas mexicanas y españolas y, sobre todo, recuerde que detrás de las mexicanas también están las chinas, francesas, inglesas, canadienses y estadunidenses, y porque la proveeduría tiene muchas aristas que no acaban de cuajar con los puntajes.