Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

15 Sep, 2014

Las reformas permiten a México entrar a una nueva etapa de desarrollo

Así lo sostuvo el secretario de Hacienda mexicano la semana pasada al presentar el presupuesto de egresos del gobierno federal para 2015, en su comparecencia en la Cámara de Diputados, ya que, con las nuevas reformas estructurales y después de las leyes secundarias, era momento oportuno para iniciar el cambio profundo y reactivar la economía.

Luis Videgaray señaló que los datos económicos recientes confirmaban la recuperación de la economía, tanto por factores internos como externos.

“Las exportaciones, el empleo, el consumo y la inversión han repuntado”, sostuvo, “lo cual es reconocido por agencias y analistas internacionales, así como por participantes del sector privado mexicano.”

En su participación y análisis como parte de la glosa del 2º Informe de Gobierno, destacó que el Presidente dio cuenta de los cambios transformadores en los primeros 21 meses de su gobierno.

“En materia de política económica, esas reformas y estos cambios tienen como objetivo que la economía crezca más aceleradamente y de forma sostenida; y que se generen empleos de calidad y bien remunerados, en beneficio de las familias mexicanas”, dijo.

“Se ha superado el escepticismo que existía hacia nuestro país, en que se consideraba que nuestra democracia no sería capaz de generar los acuerdos para el cambio”. Pues “en democracia fue posible construir once reformas que representaron un conjunto de horas de debate, de discusión; 58 modificaciones a la Constitución, 81 cambios a leyes secundarias y la creación de 21 nuevas leyes”.

La empresa calificadora Moody’s podría subir la calificación soberana de México en 2015, de cumplirse el escenario macroeconómico proyectado por el gobierno en el paquete económico para el próximo año.

No obstante la estimación de Moody’s sobre las proyecciones macroeconómicas del país son más moderadas y la calificación actual de riesgo crediticio de México es consistente con esta visión austera de la economía. Lo más probable es que la consideración de un cambio en la calificación sea en 2016.

En ese año seguramente se modificará la tendencia de crecimiento de la economía, pero al mismo tiempo será muy temprano para querer evaluar el resultado de las reformas.

Pero es evidente que la Inversión Fija Bruta (IFB), que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo, y de construcción, registró el mejor resultado en los últimos 13 meses, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esa variable creció 2.2% en junio respecto del mismo mes del año pasado, donde la inversión en maquinaria y equipo creció 3.7% y la de construcción en 1.3% en 2014.

También han sido momentos de innovar y reaccionar a los retos de la crisis económica que ha causado dificultades, recesión y estancamiento en otras partes del orbe.

Así, en Europa han avanzado en su estrategia de dejar atrás el estancamiento y la amenaza de una deflación. Al Banco Central Europeo, bajo la presidencia del italiano Mario Draghi, las cosas le han salido bien, no obstante haber tenido que contravenir las preferencias expresadas por el gobierno alemán.

Europa está en una tesitura difícil, está en una lenta caída, que amenaza con llevar a Europa a un largo periodo de estancamiento y deflación y a una “trampa de liquidez” al estilo japonés: recesión con deflación.

La labor que enfrenta es diferente, lo que hay que lograr es que la economía se vuelva a mover, que el crédito fluya de nuevo, de los bancos a las empresas y a las familias; que se reactive el gasto, el consumo y la inversión, para que regrese el crecimiento económico y la generación de empleo.

Hay que imaginar nuevas cosas y esas son los ejemplos que dio Estados Unidos desde hace dos años: con una política monetaria expansionaria, como la compra de activos. El BCE hace precisamente eso, pero es con activos de las empresas. También debe recurrir a la política fiscal, que no es fácil por los límites alcanzados de endeudamiento de los gobiernos europeos.

De ahí la importancia que tiene moverse con políticas monetarias expansionarias; políticas de finanzas públicas keynesianas de forma temporal; y compra de activos financieros del sector privado que tienen como contraparte actividades productivas de las empresas privadas, tenedoras de esos activos.

Falta ahora esperar que Draghi logre combinar medidas que sean congruentes con la limitación de estar utilizando la misma unidad de moneda —el euro— y, por tanto, que no derive usufructo de lo que pertenece a otro país.

(*) Presidente de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, A.C.

@acanovelez

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube