David Páramo

Análisis superior

David Páramo

16 Sep, 2014

Preocupación

Es curioso que mientras los del PAN gritan a los cuatro vientos salario digno y los del PRD hablan de incrementarlo por un acto de voluntarismo político, pocos le han explicado a los derechohabientes del Infonavit qué pasaría con sus créditos.

En el programa de radio No tires tu dinero, que se transmite a través de Reporte 98.5, la pregunta que más recibo no es ¿cuándo aumentarán el salario mínimo o algo similar? A la gente le preocupa en una proporción de ocho a dos qué pasará con las cuotas de su crédito del Infonavit.

Ante las vagas explicaciones que han dado algunos y las nulas de irresponsables como Gustavo Madero, quienes tienen créditos del instituto que encabeza Alejandro Murat hacen cuentas como la siguiente. Si el salario mínimo son 67 pesos y pago 10 salarios mínimos, mi mensualidad es de 670 pesos; si suben el salario mínimo a 82 pesos, tendré que pagar 820 pesos. Los trabajadores saben que los salarios contractuales no necesariamente siguen la ruta de los mínimos y en una de ésas sólo tendrán que pagar mucho más.

De ahí que sea indispensable que se les deje claro que al salario mínimo fijado por la Consanami se le debe quitar el carácter de unidad de cuenta. Quizá eso es lo único que deberían hacer, puesto que no estamos en condiciones de hablar de salarios reales sin una reforma laboral.

Reconstrucción

Durante la ceremonia del Grito de Independencia del año pasado el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, fue informado de la gravedad de los daños causados por los fenómenos metereológicos Ingrid y Manuel. En la mañana de hace justamente un año reunió a su gabinete y ordenó acciones concretas.

La mayoría de las afectaciones se concentraron en Guerrero, donde se tuvo que atender lo urgente y lo importante de manera simultánea, Por ejemplo, mientras que a la SCT le correspondió recuperar las comunicaciones, a la Sedatu le tocó la parte más complicada, puesto que no basta reconstruir lo dañado sino hacerlo en mucho mejores condiciones.

La Pintada, que fue por mucho la comunidad más dañada, ya ha sido totalmente reconstruida a pesar de los grandes retos que planteó hacerlo con plazos tan cortos.

Uno de los principales problemas que debió enfrentar la dependencia que encabeza Jorge Carlos Ramírez Marín es que prácticamente todas las viviendas dañadas se ubicaban en terrenos irregulares y de muy difícil acceso dada la geografía de Guerrero. Así que se tuvo que diseñar esquemas de trabajo para cumplir con la encomienda de construir cuatro mil viviendas para familias que, de la noche a la mañana, quedaron en una situación muy precaria.

En menos de un año ya se han entregado mil 200 viviendas (que en todos los casos son mejores a las que se tenían) y se han terminado de construir otras dos mil 500 más que deberán ser entregadas en los próximos días entre el padrón de beneficiarios del programa.

Habrá que estar muy pendientes sobre los actos en los cuales estas familias no sólo recuperen lo que perdieron sino que tengan un entorno sustancialmente mejor.

Independientemente de que la Sedatu está por cumplir con la meta fijada, es necesario ponderar debidamente que no únicamente ha consistido en la edificación de viviendas sino en asegurarse de que las familias estén en mejores condiciones que antes de la tragedia, lo que implicó reubicarlos y darles casas con nuevas especificaciones.

Bien por el gobierno de la República, que a través de la Sedatu cumple con lo prometido.

Viviendas

Y ya que hablamos sobre el titular de la Sedatu, resulta que Ramírez Marín sigue cultivando las buenas relaciones que forjó desde finales de la década de los noventa con una de las partes más importantes del sector bancario y estamos en posición de adelantarle que ya trabajan en beneficios adicionales para los trabajadores que entren al Régimen de Incorporación Fiscal a través del programa Crezcamos Juntos.

Como seguramente está informado, este programa busca generar incentivos tangibles para que 28.6 millones de mexicanos transiten a la economía formal por la vía de darles incentivos tangibles que, al hacer cuentas, les demuestren que es mejor cumplir con la obligación fiscal que pagar por fuera temas como seguridad social o el muy elevado costo que tiene no estar dentro del sistema financiero formal.

Así las cosas, Ramírez Marín está trabajando con los bancos para que las personas que se integren al RIF puedan tener créditos de vivienda en un esquema en el cual es muy probable que la banca de desarrollo cumpla con un rol en materia de garantías y las instituciones de crédito ahonden su capacidad de generar inclusión financiera.

Está demostrado en la experiencia internacional que la gente tiene mayor acceso a los servicios financieros formales en la medida en que regulariza su situación fiscal y el programa Crezcamos Juntos tiene como prioridad cumplir con esta meta. Una persona que no paga impuestos difícilmente puede ser sujeto de crédito.

Fracasado

Cada vez es más claro que una de las razones del fracaso de la Cofetel, que le llevó a su desaparición, es que su último presidente, Mony Sacha de Swaan, era una mezcla entre mentiroso e ingenuo al que, una de dos, los que escogía como proveedores le podían ver la cara impunemente (a pesar de que los contrataba con dinero público) o cree que sus fracasos continuos, como lo será cualquier intento de colocarse en el sector de las telecomunicaciones (a no ser que a quienes favoreció con sus múltiples pifias le den un sueldito) es culpa de una conspiración pagada por los “poderes fácticos” o cualquier cosa similar.

La mejor manera de analizar el trabajo de este tipo es el desarrollo profesional que están teniendo los excomisionados de la Cofetel en contra de sus expectativas laborales o su trabajo de plañidera cada vez con menos resonancia.

Hay quienes estaban ya en el sector de las telecomunicaciones cuando él aún no había llegado y quienes seguirán en él cuando Mony Sacha sea menos que una anécdota chistosa.

En un año el Instituto Federal de Telecomunicaciones ha hecho más por la competencia en el sector y por los consumidores que la Cofetel en una década. Entre las razones no sólo está una mejor base jurídica sino la diferencia entre un payaso y un servidor público que entiende su función, como Gabriel Contreras, que ha logrado mantener un pleno unido evitando el canto de las sirenas histéricas.

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