CIUDAD DE MÉXICO.- Si bien ninguna relación de pareja es perfecta, existen ciertos estándares de lo que podría considerarse una convivencia saludable y satisfactoria que hace que la gente desee poder compartir su vida y afecto con alguien más.
Todas pasan por conflictos y malas rachas, pero una relación corre el riesgo de convertirse en algo más complicado cuando estas rachas duran más de lo debido y se convierte en una convivencia dañina y tóxica, que puede afectar la autoestima de quienes están involucrados, además de desencadenar problemas más graves.
Las relaciones tóxicas son aquellas en las que se percibe un ambiente de tensión y estrés constante.
Se trata de aquellas relaciones que al pasar cierto tiempo con esa persona, nos deja con mal humor, tristeza o una sensación de inconformidad.
De acuerdo con el Huffington Post, existen diversos signos que te pueden ayudarte a identificar una relación de este tipo y evitar a tiempo un mayor daño emocional o incluso afectaciones físicas y psicológicas. Estas son algunas de las características que se sugiere observar en el comportamiento de tu pareja:
1. Tu pareja no acepta un 'no' por respuesta. Si percibes que generalmente sus peticiones son más como exigencias, puede estar tratando de imponerse en la relación.
2. Todas las conversaciones se convierten en riñas. Aun tratándose de una conversación simple, si tu pareja comienza a discutir, puede que existan asperezas que se necesiten aclarar antes de que todo el tiempo se dediquen a pelear por nimiedades.
3. Te sientes obligado a aceptar algo que tu pareja propone o pide.
4. Recurre a amenazas, coerción, llanto o exabruptos cuando algo no resulta como tu pareja quería.
5. Exalta tus debilidades o errores y critica tu apariencia.
6. Ignora lo que dices o haces. Esto puede ser una forma de agresión.
7. Es incongruente entre sus acciones y palabras. No es correcto que te diga una cosa y haga otra. El respeto y la asertividad son fundamentales para una relación de pareja sana.
8. Limita el trato con amigos o familiares. Recuerda que nadie tiene el derecho de dirigir tu vida, e incluso decir quién puede hablar o pasar tiempo contigo.
9. Agresiones físicas. Los gritos o golpes no deben ser permitidos en ninguna relación. No hay ninguna excusa para este comportamiento.
Tomás Navarro, consultor, formador en competencias emocionales y psicólogo del centro de bienestar emocional Panta Rei de Barcelona, asegura que “cuando la dependencia emocional afecta a nivel social, laboral, personal o de salud, ya podemos decir que hemos cruzado la línea de la normalidad”.
En tanto, el psicólogo argentino Bernardo Stamateas, autor del libro Gente Tóxica, explica que existen personas que agigantan nuestros errores y reducen al máximo nuestros logros o difunden rumores para acabar con nuestra reputación. Persiguen un objetivo: conseguir poder y control sobre todo y todos.
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