Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

9 Mar, 2015

Capital de riesgo, en riesgo

Vaya que el ahorro, a todos los niveles, se encuentra en pañales y, aunque se habla de muchas estrategias para elevarlo, la realidad es que no se hace nada en concreto.

Ahí tenemos que, sólo el 0.4% como proporción del PIB, es lo que representa el capital de riesgo privado como una alternativa de financiamiento para el sector empresarial. Mientras en países como Brasil, donde la herramienta es más que utilizada, representa 20% como parte del PIB.

Parece que en territorio nacional ha sido la falta de visión y que no se lleven programas a la realidad, el obstáculo, dado que apenas dichos instrumentos son utilizados por las afores como una vía de fondeo e inversión, de forma incipiente.

Pese a que dicho instrumento podría ser un detonante de las pequeñas y medianas empresas, donde rubros como el inmobiliario, servicios y tecnología están atrayendo la atención. Instrumento que en el país vecino es una herramienta por demás socorrida por las empresas que quieren comenzar a crecer.

Y aunque las más de 50 empresas de capital de riesgo privado visualizan un potencial enorme en diferentes ramificaciones del sector empresarial,  no hay que olvidar que las pymes representan 96% de éstas.

De ahí que buscan apoyo y una visión más globalizada de esta herramienta, a fin de que los beneficios también sean fiscales como sucede en otros países, donde tasas de ahorro de 10% son más que bien recibidas.

Dado que los beneficios para el país serían cuantificables con el detonante de empresas, que generen empleo e inversión, con mejor enfoque de crecimiento sostenido, no hay que olvidar que el expertise es uno de los beneficios del capital de riesgo privado. Pero en la actualidad las pymes tienen que voltear a ver los fondos e instrumentos que existen en el extranjero para regresar y tener éxito en su propia tierra.

El gremio, por cierto, busca detonar con fuerza esta herramienta, aprovechando el apoyo que el gobierno de Enrique Peña Nieto le está dando a las pymes, como uno de los motores de la economía interna, será ello posible, ojalá que sí.

Sin responsable

Vaya que la cultura de inclusión y accesibilidad es básica en cualquier país, pero parece que en México esto se ha olvidado.

Otro aspecto positivo de la realidad es que empresas mexicanas e internacionales ya hacen de su plantilla laboral un espacio para que personas con alguna discapacidad entren al mundo laboral.

No obstante, aún falta mucho por hacer en lugares abiertos, como parques de diversión, restaurantes, centros comerciales o, sin irnos más lejos, las propias calles. Y ni que hablar de las viviendas modernas o edificios que son intransitables para quienes padecen un problema, sea permanente o temporal.

Incluso, para personas de la tercera edad o niños, hay lugares que simplemente son intrincados. Mientras que en países como Estados Unidos no sólo eso se tiene contemplado sino en centros recreativos y de diversión, dicha cultura es por demás parte de la vida cotidiana. Pero parece que no hay responsables directos. Ni delegados ni gobiernos, ni dependencias o de salud. No hay civismo. Mientras no haya una cultura real, seguiremos discriminando con conciencia.

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