Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

11 Mar, 2015

IEPS no baja

Todo parece que el IEPS no es un impuesto que vaya a desaparecer de ninguna de las industrias en donde hoy tiene presencia, por lo menos no este año.

En el que la recaudación será por demás prioridad, más cuando la economía, el precio del petróleo y el dólar no juegan en favor.

Y aunque la industria vitivinícola trae una lucha constante, desde hace más de siete años, en pro de que se elimine el IEPS, la realidad seguirá siendo la misma, un impuesto especial que le represente, junto con el IVA e ISR, 70% de su precio.

Dejando fuera de la jugada a las firmas nacionales de frente a las internacionales, que no sólo ven su apoyo fiscal en su país sino que tienen un mayor apetito en territorio nacional.

Se dice que son los vinos chilenos, seguidos de los argentinos, quienes están acaparando las ventas, en 70%, seguido por los españoles con 20%, y, en un porcentaje pequeño, los mexicanos, porque hay competidores como los italianos y franceses que figuran.

Por lo pronto, el consumo de vino en territorio nacional va en ascenso a doble dígito. No obstante, 95% de este mercado está atendido por las firmas extranjeras; aunado a ello sus dos grandes rivales siguen latentes, me refiero al precio y la tramitología.

Generando que los vinos mexicanos de buena calidad queden fuera de la jugada en puntos de ventas como son los restaurantes, donde por ley se puede hasta triplicar su valor de venta tiendas especializadas, dejando a los vinos en jaque, cuando se hace el juicio precio–valor.

Incluso en algunas tiendas especializadas de bebidas, simplemente están quedándose fuera muchas empresas mexicanas boutique al no poder competir, atendiendo únicamente un segmento local o bien, de recomendación familiar.

De ahí la premura del gremio al mando de la Asociación Mexicana Vitivinícola, que preside Luis Cetto, al plantear que se establezca un programa integral que contemple beneficios fiscales a cambio de una mayor inversión en dicho sector.

En pro de que la innovación sea la herramienta más poderosa para competir con el vino de importación, aunque el rival más fuerte es el precio, donde los impuestos y pagos que deben enfrentar son insostenibles.

Además de un esquema de crecimiento por zonas vitivinícolas y capacitación para los jugadores más pequeños.

Que el impuesto especial a productos y servicios, mejor conocido como IEPS, se regrese a las empresas vitivinícolas, para que cada una de las firmas pague de forma anualizada, y que dichos recursos se utilicen para reinvertir en campo o en mejores prácticas que apoyen el desarrollo en territorio azteca.

Lo cierto es que se necesitan tomar medidas más importantes en el mundo del vino y, sobre todo, nacional.

De lo contrario los pasos que se dan en zonas como Ensenada quedarán, nuevamente, a un ritmo lento o de estancamiento, dado que la ruta del vino no está siendo del todo atractiva al no tener un circuito turístico y atractivo de forma real.

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