Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

28 Abr, 2015

ATI Aeroméxico-Delta, cuestión de esperar

Como le adelanté, hoy habrá asamblea general de accionistas en Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, y se espera que se verifique un cambio en sus consejeros, pero no en su administración, relevo que tiene como propósito reforzar su plan a largo plazo.

Le ratifico. No cambia en la estructura del accionariado, pero habrá relevo en la presidencia del consorcio, dado que don Eduardo Tricio, quien también es presidente de Grupo Lala, dejará la estafeta si la asamblea lo aprueba, en manos de Javier Arrigunaga Martín del Campo (quien se ha ido integrando poco a poco en los consejos de administración de algunas empresas, en las que Roberto Hernández y sus socios tienen importante participación).

Debo decirle que el liderato empresarial de Eduardo Tricio es indudable y me consta que hay varios empresarios que le han pedido ser el relevo de don Claudio X. González en la presidencia del Consejo Mexicano de Negocios, algo que no acaba de aceptar por la cauda de trabajo que tiene. Sin duda sería un gran representante empresarial.

Lo cierto es que desde febrero de 2013, cuando Eduardo Tricio tomó la presidencia del Consejo de Administración de Aeroméxico, el avance que ha tenido la aerolínea ha sido significativo.

Un par de ejemplos. Por un lado, la negociación con el sindicato de sobrecargos, que lleva Ricardo Del Valle, que permitió una nueva relación para los futuros sobrecargos que va de la mano con el crecimiento de la flota de la compañía.

También está el aumento en la participación de mercado en el segmento internacional, que ha posicionado a la aerolínea como la más importante en México, tan sólo a unos puntos del grupo American-US Airways.

El tercero es la revaluación que ha tenido la empresa, expresada en su valor de mercado, pues el precio de la acción ha subido 10 pesos durante estos años.

Y por cierto, hablando de un punto clave para Aeroméxico y su futuro con Delta, la evaluación del Antitrust Immunity (ATI), la subsecretaria de Transporte, Yuriria Mascott, sostuvo una larga comunicación telefónica con la subsecretaria de Aviación y Asuntos Internacionales del Departamento de Transporte, el miércoles pasado (por eso no estuvo presente en la Feria Aeroespacial de  Santa Lucía), en la que se acordó que avanzarían en el proceso en México para buscar la ratificación del Acuerdo Bilateral Aéreo en el Senado y, en Estados Unidos, levantarían la suspensión del proceso de evaluación del ATI, para avanzar en la dirección esperada.

Buena noticia. Por lo pronto, la Federación de Sindicatos en Defensa del Sector Aéreo, que preside Ricardo del Valle, se reunirá a convocatoria de la subsecretaria Mascott, con los subsecretarios de América del Norte de la SRE, y Rafael Avante, subsecretario de Trabajo y Previsión Social, el próximo 10 de mayo, para comentar el estado que guarda la negociación bilateral que les preocupa.

Y con esta cierro. Los que ya no ven la suya son los aeropuertos de la zona metropolitana del Valle de México, sólo ven cómo las líneas aéreas siguen saturando el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que pilotea Alexandro Argudín Le Roy, y no le hayan para arrebatar unos cuantos pasajeros.

Se trata de los aeropuertos de Cuernavaca, que dirige Luis Marmolejo Cervantes; Puebla, que encabeza José de Jesús Quintero Seoane; Querétaro, que lleva Miguel Inzunza Luque, y el de Toluca, que dirige Gabriel Betancourt Garcia Moreno.

Estos cuatro, junto con el AICM, conforman lo que se conoce como el Sistema Metropolitano de Aeropuertos (SMA), creado en mayo de 2003 para integrar la infraestructura aeroportuaria del valle de México y poder desconcentrar las operaciones del AICM a los otros cuatro aeropuertos y apoyado en aerolíneas de bajo costo que, tan pronto vieron la oportunidad, migraron todas sus operaciones a donde está el mercado.

De ahí que el proyecto nunca ocurrió, y hoy esa infraestructura es parte del lastre que dejó la ausencia de una política pública eficiente a la caída de Mexicana.

Por lo pronto, le comento que los cuatro aeropuertos formaron un frente común bajo la sombrilla del SMA, trabajan en una propuesta de mecanismos compensatorios para reatraer a las líneas aéreas.

Una de las propuestas es que se baje el precio del combustible hasta en un 30 por ciento para trasladarlo al consumidor, pero vemos difícil que en una etapa de austeridad como la actual y definición de gasto con criterio de eficiencia, difícilmente podría aceptarse un subsidio a energéticos en el sector aéreo. Mire, de que buscan cómo llevar pasajeros, lo buscan; y ya sabe: ¡el que busca encuentra!

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