¿Qué saben de los problemas a enfrentar?

Después de varias semanas de campañas, lo único claro es que la casi totalidad de los candidatos a algún puesto de elección  popular, poco o nada sabe de los problemas que le tocará enfrentar de obtener la victoria, tanto en el ámbito del Poder Ejecutivo como en el Legislativo.

Los problemas de municipios y entidades federativas no son, ni con mucho, fáciles de entender y menos aún, de enfrentar y resolver. Sin embargo, no obstante la ignorancia e incapacidad demostrada y probada en puestos anteriores, ellos afirman sin la menor objetividad, ser los mejores y únicos capaces de llevar a éste o aquel municipio, o ésta o aquella entidad federativa, a niveles jamás vistos por quienes tienen la suerte o la desgracia de vivir ahí.

Lo mismo podría decirse de muchos que buscan vivir del presupuesto en algún Congreso local, la Asamblea Legislativa del D.F., o en la mismísima Cámara de Diputados. Su ignorancia y falta total de experiencia en materia legislativa es tal, que el futuro del país peligra; el poder de decidir en ésta o en aquella reforma legal que tendrían, de resultar victoriosos, no deja lugar para otro panorama.

Para no bordar en lo general, vayamos -si le parece-, a un caso que conozco; la trayectoria de dos candidatos reales, la conozco desde hace años. Sé de sus limitaciones, y también de sus capacidades y trayectoria; a ambos me ha tocado verlos actuar, y opinar en torno a problemas diversos que afectan al Estado que buscan gobernar; por ello, puedo emitir una opinión informada.

Veamos pues, el caso de los candidatos de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional, Javier Gándara y Claudia Pavlovich que buscan, con legítimo derecho cada uno, gobernar Sonora.

Tomo, para dar mi opinión, el problema que considero más apremiante que enfrentaría de inmediato, uno de los dos; ese problema, no es otro que la deuda pública estatal. Ésta, de acuerdo con el reporte de Hacienda a diciembre del año 2014, pinta un panorama por decir lo menos, muy complejo. Veámoslo.

Para diciembre del año 2003, la deuda pública de Sonora era de $5,460.2 miles de  millones de pesos; seis años después, diciembre de 2009, ese total era ya de $11,258.2 y cinco años más tarde, en diciembre del 2014, la deuda pública de Sonora alcanzó ya la cifra de $19,809.4 millones de pesos. La Tasa de Crecimiento Medio Anual para esos once años, fue un peligrosísimo 12.4%.

Si a este último monto agregare lo que aumente de aquí a diciembre de este año, y sumare la totalidad de los pasivos que hoy, por razones obvias, el Gobierno del Estado esconde, el monto de la deuda que recibiría el ganador rozaría, fácilmente, los $24 mil millones de pesos.

Por otra parte, dicen los especialistas en finanzas públicas, específicamente de deuda, que entender el problema y sus causas constituye la mitad de la solución. Por ello pregunto, dado el problema central para Sonora y un gobierno que comienza en septiembre, ¿cuál de los dos candidatos entendería el problema a cabalidad y con base en ello, presentaría a Sonora una estrategia viable que lo enfrentare?

Dejo de lado hoy, dos problemas igualmente importantes y le pregunto, ¿le parece que sigamos el jueves?