SEP deberá evolucionar

Todo parece indicar que en estos tiempos que vivimos ya no es suficiente la tan polémica evaluación a maestros. El modelo educativo en México debe sufrir una transformación para que los jóvenes puedan insertarse a la economía.

No hay una política en el contexto educativo dirigida a la especialización, lo cual hace complicado que el país se posicione. Mucho se ha hablado de la estrategia que debe haber entre empresas y programas universitarios, pero poco se ha llevado a la realidad.

La SEP, al mando de Emilio Chuayffet, aunque dio un paso con la entrada de temas financieros a la educación primaria, es insuficiente. Ni qué decir de la educación superior, pues los programas son obsoletos y las nuevas profesiones están detenidas.

Este paso debe ser prioridad en el país, pues modelos educativos en el mundo se transforman con la finalidad de que las personas no estudien sólo una carrera profesional, sino construyan un conjunto de conocimientos para solucionar problemas específicos que enfrenta la sociedad, como sucede en Estados Unidos y Europa.

Hay modelos en los que en lugar de ir a la escuela, las personas estudian para elaborar proyectos prácticos que se realizan en la industria, y la universidad se responsabiliza de transmitir el conocimiento teórico para que puedan armar los proyectos en el espacio de trabajo.

Y aunque tal vez este esquema es un poco idealista, ya que todavía se requieren  programas de estudios, sí es conveniente que éstos evolucionen de manera importante y, por ende, el colegiado de profesores no deje de actualizarse.

En la medida en la que las sociedades evolucionen y se vayan haciendo más modernas, alcanzarán más niveles de desarrollo, por lo cual se requerirán carreras cada vez más especializadas, puesto que los avances tecnológicos hacen que se necesiten profesiones más específicas e innovadoras.

Por lo pronto, es una realidad que 90% de los jóvenes no tiene la oportunidad de ir a la universidad, y es entonces que se dedican a ser obreros en una industria o brindar algún  tipo de servicio.

De ahí que, incluso, el modelo educativo en México debe sufrir una transformación para que los jóvenes se puedan insertar más pronto a la economía; por ello es necesario que los alumnos, en el corto plazo, estén mejor preparados y que se especialicen en alguna materia.

Con el objetivo de que la economía mexicana también evolucione, pues en la medida en que haya transferencia de conocimiento e innovación en el país, estos modelos se podrán ir estableciendo.

De ahí que la SEP, lejos de entramparse en hacer o no hacer evaluaciones a los maestros, debería de evolucionar en pro de una economía que requiere de nuevos rubros profesionales, pues las carreras tradicionales están quedando rebasadas.

De frente a esquemas por demás polifacéticos, en los que la tecnología es una de las herramientas fundamentales.

¿Será posible que se comiencen a dar estrategias universitarias-empresariales, así como una evolución de las dependencias educativas, o es mucho pedir?