Enrique Castillo-Pesado

Ficción financiera

Enrique Castillo-Pesado

12 Sep, 2015

¿Si Europa fuera país o banca privada?; Calzada enfrentará conflicto penal por los ingenios de Enrique Molina

Un relato de la inacción europea o un lento paro económico es tan gráfico como las imágenes de los refugiados que atiborran los medios o las redes sociales. Después de la tragedia de los asfixiados, se une la determinación de miles de familias, que estos días cruzan o tratan de cruzar Europa a pie con lo puesto, en infrahumanas condiciones. Esos cientos/miles de padres que pasan a sus hijos por debajo de las alambradas (vaya si conocerán este problema nuestros mexicanos/centroamericanos/sudamericanos que viajan en La Bestia para tratar de llegar a suelo estadunidense; antes, muchos fallecen) son los que dicen lo que Europa significa actualmente: el espacio de paz, seguridad y libertad al que aspiran millones de seres humanos. Pero en vez de que se escuche este impactante mensaje con orgullo, los europeos se toman esa aspiración como una amenaza. En lugar de aprovechar esta oportunidad para hacer a Europa más fuerte en lo económico (lo que hicieron millones de familias mexicanas desde hace más de un siglo, al irse a EU y consolidar la economía de un país que no quiere entender Donald Trump), la debilitan, sembrando la duda entre la ciudadanía y le dan alas a los xenófobos que quieren menos Europa, más fronteras nacionales y menos extranjeros. ¿Qué pensará Christine Lagarde de Artur Mas?

Sé –o sabemos– que se ha dicho todo sobre la miopía, racanería de infinidad de gobiernos, no sólo europeos, sino estadunidense, mexicano, centroamericanos, iberoamericanos, etcétera. Y también parece estrecharse la cascada de las ideas sobre qué hacer al respecto. A este ritmo, la crisis migratoria global terminará en el lugar donde se relegan las cosas sobre las que no deseamos hacer nada al respecto en el rubro de tragedia. Pero ante la tentación de tirar la toalla y concluir que el problema no tiene solución, pero siempre hay remedios infalibles (opino igual que Nacho Torreblanca): cambiar la perspectiva desde la que nos aproximamos a ese problema tan delicado. Imagínese usted por un momento que Europa fuera un país/nación. En esa Europa (que casi existe por lo del Fondo Monetario Internacional; léase: Lagarde, Merkel, Hollande, entre otros líderes), el gobierno habría convocado al Parlamento para solicitar fondos extraordinarios (como sucedería si Cataluña logrará la independencia de España) y aprobar medidas de urgencia (Felipe González ya habló de que España sin Cataluña o ésta sin España, tendrían problemas irreversibles). Sus policías de fronteras y guardacostas rescatarían inmigrantes en peligro. Sus Fuerzas Armadas estarían levantando campamentos en Grecia y Hungría en los que acogerían a los refugiados, organizar una reunificación familiar y tramitarían solicitudes de asilo. Sus servicios consulares tramitarían salvoconductos para que los refugiados no tuvieran que arriesgar su vida “en manos de familias criminales”. Y sus diplomáticos se movilizarían en la ONU y presionando a Rusia (Vladimir Putin) para que forzara al régimen de Asad a detener la guerra y abrir negociaciones de paz. Pero imaginar un futuro distinto es la única vía de construir un presente mejor, ¿o no?

Verdad pura: expropian, cobran... ¿indemnizan?

En charlas con algunos los interesados, en meses pasados, el Fideicomiso de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero, cuya dirección era –o es– de Carlos Rello, vendió cuatro ingenios en más de 3 mil millones de pesos a Beta San Miguel y a Zucarmex, de Eduardo de la Vega (socio de Cargill, que aquí dirige David MacLennan), y hace unos días pagaron por medio del SAE y recibieron la posesión de los ingenios Casasano (familia Lozano) y Emiliano Zapata para Beta San Miguel, que está a un paso de iniciar su zafra, y San Cristóbal y Atencingo a Zucarmex. Pero el problema es que Caze presentó contra la antigua expropiación dos amparos sin resolver en definitiva sobre la venta de los ingenios en la licitación LPEM 01/15, y el Acuerdo Ejecutivo del 23 de julio de 2012 (publicado en el Diario Oficial) que establece que sólo se venderán esos ingenios cuando se solventen los litigios “entre las partes en pugna”. Este delicado asunto lo tendrá que tomar con la manopla el exgobernador José Calzada (nuevo titular de la Sagarpa), ya que actualmente es difícil mantener los apoyos al sector agropecuario, y ahora Calzada enfrentará el serio conflicto de problemas penales de la expropiación y venta de los ingenios, propiedad de CAE, que preside el empresario Enrique Molina, que hasta la fecha no ha sido indemnizado. ¿Qué tal? Y hasta la próxima, ¡abur!

 

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