Puntos a reflexionar, gritar o festejar

Llega el 15 de septiembre y la pregunta es ¿festejar o no festejar? La realidad es que se debería reflexionar en todo lo que hay por hacer. Y no sólo papá gobierno y el sector empresarial, sino, como sociedad, avanzar y alzar la voz en formas pacífica, y la mejor forma es a través del voto.

Por lo pronto, aquí unos datos que permiten reflexionar sobre qué cosas hay que mirar detalladamente. Por ejemplo, se habla de que, por primera vez en 30 años. aumentó dos puntos la productividad laboral en el país, revirtiendo así la tendencia observada durante  las últimas tres décadas.

Si bien es es cierto que la caída anual fue de un punto porcentual, se registró una disminución de 3 puntos en la tasa de informalidad laboral (pasó de 60.3%, en enero de 2013, a 57.5%, en enero de 2015), lo cual no ocurría desde hace 20 años.

Es correcto que hubo un mercado informal que optó por pasar a la formalidad, no se puede cantar victoria, dado que, frente al desempleo que se presencio en este año, los esfuerzos deberán ser más arduos. En ese sentido, el trabajo que hace el SAT, de Aristóteles Núñez, impulsando la simplificación de trámites para constitución de empresas, debe seguir avanzando.

No sólo rumbo a constituir, sino a fortalecer, dejando o dando beneficios por lo menos los primeros seis años de vida. Dado que de frente a devaluaciones y ajustes fiscales, las condiciones económicas se vuelven más adversas.

Incluso, el  Consejo Coordinador Empresarial propuso al Congreso de la Unión que trabaje en once puntos, a fin de poder enfrentar en mejores condiciones el adverso escenario económico e implementar, de manera más eficaz y completa, las reformas estructurales y fortalecer al Estado a favor de la democracia, gobernabilidad y legalidad.

Como parte de esta agenda, destaca la Reforma a la Ley General de Sociedades Mercantiles para  impulsar la simplificación de los trámites para la constitución de empresas. Dicho paso sería importantísimo, a la par de las mejoras en materia de deducibilidad y condiciones fiscales.  De hecho, en la actualidad la constitución de una empresa puede llevar varios meses en trámites y varios cientos de pesos, de acuerdo al giro o tamaño de negocio, acotando la posibilidad de que una micro empresa se institucionalice desde su origen.

Hay que seguir al tanto de los pasos que se dan para fortalecer al sector empresarial y la mano de obra que, a fin de cuentas, son dos puntos significativos, para la reactivación del mercado interno. Otra  meta que urge es decirle adiós a la economía informal y a la desviación de impuestos, para mantener los niveles de crecimiento en menos de 3%, muy lejos del 5% que se ha venido esperando desde hace más de cuatro décadas.

¿Será posible que en este 15 de septiembre se volteen a ver con seriedad esquemas fiscales, empresariales y laborales que puedan ayudar en el detonante del mercado interno? ¿O seguiremos sólo dependiendo de que el país vecino tenga mejores condiciones para que la ola llegue a territorio nacional?