Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

21 Sep, 2015

Siempre no es culpable la obesidad

Usted disculpe, siempre no era culpable. Esta frase podría estar aplicándose a sectores empresariales que se han visto afectados con impuestos especiales adicionales a la carga tributaria que cualquier empresa enfrenta, es decir, ISR e IVA.

Y es que se dio a conocer el primer informe que la Secretaría de Salud realiza junto con el Tecnológico de Monterrey sobre el impacto de la obesidad y la diabetes. Arrojando resultados alarmantes, como que 48.6 millones de personas padecen dicha enfermedad, es decir 71.3% de la población mexicana, cifras por demás alarmantes, pero que no son desconocidas, menos cuando a nivel mundial México es considerado como el primer país en obesidad infantil y adulta.

Lo que sí es una sorpresa es que no se destacara que la comida con azúcar o mal denominada chatarra sea la culpable de estos niveles de obesidad, como se ha asegurado llevando a que todos los productos con azucares tengan un impuesto especial y sean foco de más impuestos.

De ahí, la pregunta si no se debería de revisar qué industrias, en efecto, tienen productos dañinos y cuáles incluso están dentro de la canasta básica o recomendados por los nutriólogos señalados en el plato del buen comer.

Con el fin de evitar que se ahoguen industrias como la de caña de azúcar y el del pan. Analizándose todas las que entran en esta categoría. A fin de que la recaudación por impuestos especiales que no correspondan se vuelva en inversión y generación de empleo.

Para dar paso a estrategias que comiencen a hacer conciencia de lo que se come, se disminuya el sedentarismo que existe —y que afecta a 70% de la población—, así como verdaderas prácticas que ayuden a hacer conciencia de que todo en exceso hace daño, incluso, productos como la fruta o la comida alta en grasas, como son los muy queridos —tacos—.

Donde los esfuerzos por parte de la Secretaria de Salud sigan enfocándose en la prevención, de orientación y cambio de hábitos que se han asumido con la globalización y la evolución misma. Incluso, sabemos de empresas de talla internacional que ya comenzaron a hacer campañas internas para motivar la activación física, la prevención de la salud, incluso, haciendo chequeos semestrales entre sus trabajadores y la mejora en la alimentación.

Sabemos que empresas como Bimbo, al mando de Daniel Servitje tienen un programa muy completo en este sentido. El cual, de replicarse por parte de todo el sector empresarial, el nivel de ahorro en salud que tendría el país, vía la SS sería considerable, el nivel de ausentismo al interior de las empresas, también, se vería beneficiado, así como el nivel de productividad. La pregunta es si en esta responsabilidad de un padecimiento crónico degenerativo irán de la mano gobierno e iniciativa privada, haciendo más amigable las condiciones para la inversión a cambio de detonar este tipo de esquemas, o seguiremos viendo esquemas recaudatorios que hagan que sectores empresariales volteen a ver otros merados como atractivos para su desarrollo.

La realidad es que, hoy día la obesidad representa más de 60% del presupuesto de salud pública, ya se conoce la gravedad, pero el tratamiento para erradicarlo no se ha podido aplicarse correctamente. Será que se pueda dar un revés en pro de un país. Ojalá que sí.

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