Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

30 Sep, 2015

IEPS, ser o no ser…

Con un salario mínimo no  alcanza para comprar un café y un sándwich en una cafetería de nombre conocido.

En la actualidad es más caro comprar una botella de agua que otras bebidas no alcohólicas; está más al alcance una garnacha que un lunch balanceado; no hay bebederos en las escuelas; las pocas áreas verdes se han vuelto centros de entrenamiento para animales; los clubs deportivos son altamente caros y el sedentarismo afecta a 70% de la población.

Como también es una realidad que los excesos de cualquier alimento o bebida son dañinos.

Así como que el IEPS es recaudatorio, aunque no ha demostrado que baja el nivel de la obesidad.

Pero, hablar del detonante de inversiones o generación de empleo con los esquemas fiscales actuales, el tema queda en el aire.

No obstante, parece que el tema vuelve a estar en los pasillos del Congreso. Subir a cinco industrias el IEPS. El objetivo es que México sigue siendo el primer país que padece de esta enfermedad.

Aquí la pregunta es si el IEPS funciona, o ha ayudado a disminuir los índices de obesidad, porque seguimos estando en el mismo nivel de obesidad.

Ni los recursos se han visto reflejados en campañas masivas para mejorar la alimentación o para la generación de áreas verdes y bebederos.

Bueno, sí se detonó algo la inversión, dado que el sector empresarial ha tenido que modificar las mezclas de sus productos y bebidas, y reetiquetado dichos  productos con el objetivo de darles mayor información a las personas de lo que están adquiriendo. 

Soluciones, claro que hay. El caso es que podrían no gustar, dado que en un inicio tal vez se deje de recauda, aunque el impacto en el mediano y largo plazo sería más productivo.

Especialistas en finanzas y economía lo han expuesto ya, comenzando por generalizar el IVA, disminuir el ISR, disminuir o eliminar en muchos casos el IEPS y regresar la deducibilidad.

El objetivo es, sencillo, hacer más atractivo el mercado interno, dar pie a la reactivación de las inversiones y el empleo, así como a que las personas sean las que fiscalicen, y la recaudación sea el efecto.

También, la correcta recaudación en los estados de la república sería un punto a reforzar, así como la eliminación del mercado subterráneo y el detonar industrias que se saben punta de lanza de la economía y que han quedado en el “ya merito”.

Tal es el caso del turismo y el campo. Donde por cierto, vuelve a ser la iniciativa privada quien toma cartas en el asunto, generando estrategias complementarias, de capacitación e inversión.

En fin, es una realidad que las propuestas de políticas públicas y legislativas restrictivas en materia fiscal dirigidas a disminuir el consumo de un determinado alimento o bebida, no generarán cambios de hábitos ni de conductas, por lo tanto, no se traducirá en la disminución del problema de obesidad que enfrentamos en nuestro país.

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