Fiscalía por PGR en 2016

La Fiscalía General de la República sustituirá a la Procuraduría General de la República a mediados de 2016, lo cual permitirá una mayor eficiencia en la investigación acorde al nuevo sistema acusatorio.

Tal como sucedió en su momento con el IFE (ahora INE), se ha aprobado una nueva ley en la Cámara de Diputados  denominada Ley de la Fiscalia General de la República. El objetivo es transformar a la PGR en órgano autónomo dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios.

Con ello terminará su dependencia con el Ejecutivo federal. Al mismo tiempo, se buscará que sea una fiscalía independiente que, además de tener la misma facultad de investigar delitos, cuente con una nueva estructura en donde dejarán de existir las subprocuradurías y se convertirán en vicefiscalías.

Esto también dará paso a la creación de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales y de la Fiscalía Especializada en materia de Combate a la Corrupción.

A decir del abogado penalista César Cerisola, el fiscal general provendrá de una terna que será sometida a consideración del Senado de la República y sólo podrá ser removido por el Presidente de la República por a) dejar de ser ciudadano mexicano, b) adquirir incapacidad total o permanente que impida el correcto ejercicio de sus funciones durante más de seis meses, y/o c) por cometer violaciones graves a la Constitución.

Aunque todavía falta que sea aprobada por la Cámara Alta, es un gran avance para la procuración de justicia en este país el hecho de buscar la independencia del órgano encargado de prevenir, investigar y perseguir los delitos. De esta forma, se podrían dictar los lineamientos necesarios para la profesionalización del personal de la fiscalía, tales como peritos, agentes del MP y policía.

Se dejarán a un lado suspicacias respecto a la parcialidad con la que se llevan a cabo las investigaciones. Sabiendo que una persona independiente estará al frente de la institución, la sociedad también estará más tranquila.

Y es que, desde hace varias décadas, una de las instituciones que más problemas de credibilidad han enfrentado es la PGR.

Bien llevada o mal conducida, esta institución siempre ha estado sujeta a la crítica de la población en general. Y esto se debe, básicamente, al encargo tan delicado que tiene, es decir: a la responsabilidad de prevenir, investigar y perseguir los delitos que, en materia federal, se cometen, todo bajo el respeto de los derechos humanos y el cuidado de las víctimas y ofendidos del delito.

Al tratarse de una dependencia subordinada al Ejecutivo Federal, a lo largo de los años, ha sido duramente cuestionada. La inquietud más grande es que el titular de la PGR puede, o podría, servir a intereses no necesariamente imparciales. Eso ha generado que, en la mayoría de las investigaciones  que ahí se llevan a cabo, exista tanta suspicacia. Tema comprensible al tratarse de un organismo sin la imperiosa autonomía. Lo mismo sucedía en el tema electoral con la antigua comisión que antecedió al actual Instituto Nacional Electoral. Así que esperemos a ver cómo se lleva a cabo este cambio tan importante.