Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

1 Dic, 2015

Por favor, regálenles ya, Diálogo de Conversos. ¡Pero ya!

Leí de un tirón, el libro escrito conjuntamente (en realidad, es la transcripción del diálogo sostenido hace poco, entre los dos escritores chilenos) por Roberto Ampuero y Mauricio Rojas: Diálogo de conversos.

Para mí, antes de la lectura de dicho libro, Roberto Ampuero ya era conocido por haber leído prácticamente toda su obra; además de la abultada obra en el género de la novela negra —Cayetano Brulé es el nombre del detective en torno al cual giran dichas novelas—, hay dos libros autobiográficos que le recomiendo sinceramente lea; uno, Nuestros años verde olivo, y el más reciente, Detrás del Muro.

Por desgracia, los sistemas de distribución de libros en nuestro país son para mí –no sé si otros aficionados a la lectura tengan la misma idea que yo–, es algo incomprensible. Si bien los dos autobiográficos que menciono están disponibles en prácticamente todas las librerías en los tiempos que corren, Diálogo de Conversos sólamente puede adquirirlo usted en el formato electrónico.

El texto es una revisión de la situación pasada y presente de Chile, y algunas ideas acerca de su futuro; todo, como resultado de vidas fructíferas —casi paralelas me atrevería a decir—, tanto en la izquierda chilena desde muy jóvenes, como en decenios en el exilio; Ampuero, en la hoy extinta Alemania Democrática y Cuba, y Rojas en Suecia, país del cual hoy es ciudadano.

La visión de su país que emerge del diálogo, la cual ambos comparten —sin  proponérselo, y sin conocerse hasta hace poco—, es tan rica en detalles pero sin perder la profundidad y la integralidad, que me atrevería a decir que usted, al leerlo, podría escribir México donde ellos dicen Chile, y difícilmente notaría diferencia alguna.

Para no cansarlo con un número de citas interminable —las cuales podrían ser, créame, muchas—, sólo le doy ésta la cual se refiere a la falta de conexión con la gente de carne y hueso de los políticos chilenos. Dice Ampuero: “Esto se debe a que los políticos se vinculan fundamentalmente con la elite, sea esta económica, política o burocrática, de izquierda, centro o derecha, y viven acorde con sus ingresos  de elite en una burbuja social, una burbuja de ideas, preocupaciones, temas, modas, estilos y lenguaje, todo lo cual no les permite relacionarse de manera genuina con el país”.

¿Le parece que refleja lo que sucede aquí desde hace decenios? ¿Piensa, al igual que yo, que esas palabras dibujan crudamente la realidad cotidiana de nuestros políticos pues como dice el refrán, burros del mismo pelo, siempre andan juntos?

La parte más ilustrativa de Diálogo de conversos, es la que detalla la vida de eso que allá y aquí llamamos izquierda, y la visión del mundo que tenía en los años setenta en Chile, y la actual. Ambas, aquélla y la de hoy, privó y priva también —lo comprobaría si leyere el libro—, en muchísimos mexicanos.

¿Qué hacer entonces con el libro de Ampuero y Rojas? Lo primero, leerlo; además, si su lectura le pareciere útil para nosotros, regalarlo o recomendarlo a amigos y colegas y, urgente sería, entregarlo a López y Batres, y a los integrantes de la CNTE, cuando menos.

Por favor pues, lea Diálogo de conversos.

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