Aprueban licencia a Banco Revolut

En una rara Junta de Gobierno, porque no estuvo ni el secretario de Hacienda, ni el subsecretario del ramo, ni el titular de la UBA, pero si todos los representantes del Banco de México y del resto de las autoridades financieras que participan en la Junta de Gobierno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se aprobó la licencia para operar de Revolut Bank, o Revolut México, bajo el régimen de filial en la Junta de Gobierno de este lunes 1º de abril.

La autorización supone que deberá tener capital de 1,441.2 millones de pesos y, antes de iniciar operaciones, de 1,811.7 millones de pesos, monto similar al de OpenBank de Santander, Bineo de Banorte, y Hey Banco de Banregio, el conjunto de neobancos digitales que han sido aprobados en el curso de los últimos dos años en México. Pero este asunto que pudiera ser lo de más, hoy es lo de menos. En la Junta se trató un tema harto delicado. Desde diciembre de 2021, con la contratación de Juan Guerra para liderar su incursión, iniciaron ofreciendo el servicio de remesas o transferencias de dinero a cualquier parte del mundo y desde cualquier parte del mismo.

Aunque la Financial Services Authority no les ha dado licencia bancaria para operar en el Reino Unido, la plataforma de trasferencias en efectivo ha ido buscando licencias bancarias para poder aumentar la captación y envío de remesas, negocio central de su operación mundial y, han llegado a México de la mano de la licencia bancaria de la Unión Europea, que fue avalada por el Banco Central de Lituania. Sus socios fundadores son los rusos Nikolái Storonski y Vlad Yatsenko. El Banco Central Europeo lo designó grupo bancario relevante y sujeto a su supervisión directa, por considerar que el monto de las operaciones transfronterizas que ha ido acumulando Revolut Bank UAB, es de “relevancia sistémica”. En EU les fue negada la licencia bancaria. En México se espera que sean actores clave del mercado de transferencias internacionales.

De Fondos a Fondo

Mucho que contar de regreso de vacaciones, pero la Junta de Gobierno de ayer, presidida por don Jesús de la Fuente, centró un tema crítico y preocupante para el sistema de transparencia y registro del sistema bancario y, podría decir, financiero. Resulta que fue firmado el contrato para subir a la nube la información de la CNBV que fue anunciada por don Jesús de la Fuente en la Convención Bancaria del año pasado, y ratificada durante varios eventos como una “profunda transformación digital para poder atender esta nueva realidad de la adopción tecnológica e inteligencia artificial en los servicios financieros”.

El cambio se dio y me cuentan que, a partir de noviembre pasado, aunque el objetivo es el uso de la tecnología para agilizar trámites, dar respuestas rápidas a los supervisados y mejorar los procesos de inspección, la realidad muestra que hay serios problemas en su implementación. El websiti.cnbv.gob.mx ha resultado un dolor de cabeza para todos, porque el cambio en la nube ha generado intermitencia, mucha lentitud en la recepción de la información que envían los bancos y, por ende, una cauda de “retrabajo”.

El tema ha sido central en materia de cumplimiento regulatorio y de supervisión, porque en la reunión de este lunes, los representantes de Banxico le exigieron al presidente una explicación por escrito y detallada de los problemas que está presentando el “websiti”, y la fecha concreta para que se arregle, porque la ineficiencia operativa de su software, que se supone es de Microsoft, ha generado lentitud en procesos preventivos, respuesta a requerimientos de autoridades y problemas en el envío y validación de información.

Esto, a su vez, provoca que no se generen los reportes históricos de la banca, no se complete el boletín estadístico oficial con los indicadores del sistema y, en el caso de otras autoridades, como el banco central, no se puedan realizar las tareas de análisis regular.

Por lo que había trascendido, el secretario Rogelio Ramírez de la O y la gobernadora Victoria Rodríguez han conversado el tema e incluso lo han hecho del conocimiento del Presidente y, muy probablemente, será punto de la Convención Bancaria, no del discurso oficial, pero sí de los temas relevantes.