Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

6 Dic, 2023

¿Cuál es el sistema energético que requiere México?

Es una pregunta que, al menos la administración del presidente López Obrador no ha respondido y que resulta fundamental para dar certidumbre a la ejecución de 80% de los proyectos relacionados con el nearshoring, fenómeno que podría, según el Consejo de Empresas Globales, acelerar la capacidad de crecimiento económico del país en 2.5 puntos porcentuales por año. Para alcanzar esta meta, el país necesita un suministro energético limpio, confiable y asequible. En la última década, México aumentó su generación limpia hasta alcanzar 31% en 2022, de los cuales 6% provino de fuentes solares y 6%, eólicas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía. El problema para toda la capital que es posible movilizar, es que puede haber un Plan Sonora o un Plan de Hidrógeno Verde en Oaxaca, pero no dejan de ser proyectos focalizados en resultados de una presión concreta. No responden a una política pública nacional. Esa es la ausencia.

Dado que la generación hidroeléctrica (y menos con el estrés hídrico recurrente) y nuclear no pueden crecer significativamente, la vía es aumentar la generación con renovables e invertir en nuevas tecnologías, como el almacenamiento de baterías a gran escala y el hidrógeno verde. Las baterías ofrecen soluciones a los desafíos que implica integrar más energías renovables al sistema, ya que almacena la energía cuando se produce, y cuando los niveles de radiación solar o de viento son menores, inyecta esta energía almacenada, manteniendo la confiabilidad del sistema. Además, los costos de esta tecnología siguen reduciéndose a nivel global, lo que la hace cada vez más atractiva.

El caso del hidrógeno puede representar la solución para la sustitución de los combustibles fósiles en el largo plazo. En el corto y mediano, se mezcla con gas natural, para reducir las emisiones de procesos que requieren algún tipo de combustión, como la generación eléctrica de ciclos combinados o en las industrias acereras, vidrieras, aeronáutica y marítima.

Hoy, México genera 55% de su electricidad con plantas de ciclo combinado; algunas turbinas de última generación pueden alimentarse 100% de hidrógeno verde, lo que reduciría drásticamente las emisiones del sector eléctrico. Incluso se puede utilizar la infraestructura existente de gasoductos para transportar una mezcla de gas natural e hidrógeno sin necesidad de realizar ninguna adaptación adicional. La pregunta es ¿qué requerimos para avanzar en estas nuevas tecnologías de almacenamiento e hidrógeno verde? En su reporte anual World Energy Outlook 2023, la Agencia Internacional de Energía advierte que los principales riesgos que enfrentan estas tecnologías críticas para la transición energética es la falta de políticas claras que promuevan su desarrollo y los cuellos de botella de las cadenas de suministro de estas industrias.

Para mitigar estos riesgos, México requiere de una regulación y política pública que impulsen la transición energética y el desarrollo de nuevas tecnologías, algo que los equipos de las precandidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez deben tomar en cuenta. El reto es enorme y tenemos poco tiempo para transformar nuestra matriz energética y capitalizar la oportunidad que representa el nearshoring. México requiere de la colaboración público-privada para alcanzar estos objetivos, dado que la cantidad de recursos que se necesitan para esta transición hacen imposible que por sí mismo el gobierno lleve a cabo este proceso. La clave para fomentar la inversión necesaria es contar con regulación que genere condiciones favorables para avanzar en esta dirección.

DE FONDOS A FONDO

#Moderna... El inicio de operaciones de la plataforma Digipris para investigación y ensayos clínicos en la Cofepris podría ser un parteaguas no sólo para abatir el rezago en aprobación de moléculas nuevas, sino también en la expansión de la producción nacional de fármacos. El que sea totalmente digital y robusta, comparable y certificada con la práctica de la International Council for Harmonisation of Technical Requirements for Pharmaceuticals for Human Use (ICH) nivel VI, debe dar confianza. Considere el avance que ha tenido con la aprobación comercial de las vacunas de Moderna (ayer cumplió todos los requisitos su vacuna Spikevax) para la aplicación del refuerzo de covid-19 por el sector privado, y sólo faltaría conocer cómo plantea la forma de distribución dado el nivel de refrigeración que requiere este biológico.

 

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