Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

12 Sep, 2023

Pemex, el elefante en el closet

El incremento en el gasto programable está en el foco de las discusiones públicas. Para el 2024, el gasto se eleva a 26.5% del PIB y, sin duda, el foco está en el gasto de energía. Para Pemex y CFE se están presupuestando aportaciones directas de 145 mil millones de pesos para el primero más reducción del DUC y para la segunda de 79 mil millones de pesos, que incluye la aportación patrimonial para el Programa Internet para Todos, que administra CFE, donde Altán Redes juega un papel relevante.

Los totales de gasto propuesto son: para CFE, 493.4 mil millones de pesos, y para Pemex, asciende a 456 mil millones de pesos. En el primer caso se estima que sus ingresos cubran aproximadamente el 70% de su operación y que el subsidio se canalice a cubrir el déficit que genera el subsidio a la tarifa doméstica de bajo consumo y a las aportaciones mencionadas.

En el caso de Pemex, sus ingresos estimados no le alcanzan para cubrir deuda, pago a proveedores y gastos de capital (inversiones), menos pensar en reservas de pensiones.

Es complejo hablar de las finanzas de Pemex, que dirige Octavio Romero, porque ha presentado pérdidas permanentes desde 2003, pero de manera grave desde 2014, cuando la deuda de la empresa se eleva de 40 mil a cerca de 100 mil millones de dólares.

Si nos atenemos al balance, Pemex se encuentra en quiebra técnica, porque durante los últimos diez años ha observado un deterioro progresivo por la caída en sus niveles de producción y el incremento en su nivel de endeudamiento, su alta dependencia de importación de gas y combustible y la baja rentabilidad de los procesos industriales.

Es notable, como lo he señalado antes, que Pemex ha tenido un logro poco “comprado” durante esta administración y ha sido el que ha estabilizado la caída de la producción petrolera.

En 2019 tuvo una producción de 1 millón 701 mil barriles de crudo equivalente (mmbce) y para el 2023, junio, alcanzó 1 millón 888 mmbce. Comparado con el sexenio previo, es notable lo que señalo, pues la producción pasó de 2 millones 522 mmbce a 1 millón 833 mmbce.

El gobierno de López Obrador le ha invertido mucho a Pemex: desde inyecciones de capital para pago de deuda o la compra de Deer Park, hasta la construcción de la refinería Olmeca por 720 mil millones de pesos; la reducción del porcentaje del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) del 65% al 35% que ahora se propone, que hasta ahora ha liberado a Pemex 416 mil millones de pesos, créditos fiscales por 138 billones de pesos y diferimiento en el pago del DUC y del Derecho de Extracción de Hidrocarburos.

Y mire, me pesa, pero todo el apoyo no puede resolver el problema financiero de Pemex porque requieren de un cambio estructural en la administración de su balance, donde se reconozcan sus reservas 2P por 13,376 billones de barriles (7,428 probadas y 5,947 probables) que, a un valor de rendimiento de 10 dólares, implicaría un incremento del activo de Pemex en el orden de 130 mil millones de dólares.

Lo que le he dicho en ocasiones anteriores. Pemex requiere que López Obrador y quien le suceda reorganice estructuralmente la empresa, la que no necesariamente tiene que ceder propiedad, pero sí pasa por dar confianza a sus proveedores de servicios, pues su deuda ahí, entre la reconocida y la no reconocida, ha dejado de ser un mito para convertirse en lastre para el impulso económico nacional.

 

DE FONDOS A FONDO

#AINDA… GRESB, la organización empresarial global que dirige Sebastian Roussotte, líder global en el establecimiento de estándares ESG en el mundo, para que sean procesables, comparables y utilizables por los participantes en mercados financieros, nombró a Manuel Rodríguez Arregui el chairman del Comité de Infraestructura y Energía de GRESB. ¡Enhorabuena!, pues, además de ser mexicano, el director de AINDA es un empresario comprometido con el establecimiento y certificación de Benchmarks en ambas industrias.

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