¿Por qué está en problemas el cultivo de café en México?

La producción de café en nuestro país es una de las principales actividades agrícolas. Sin embargo, desde hace varios años este sector agrícola enfrenta diversas problemáticas que ponen en riesgo su continuidad. De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la SAGARPA, en 2014 en México se sembraron poco más de 737 mil hectáreas de café, siendo el quinto cultivo con mayor superficie sembrada en el país después del maíz, sorgo, frijol y caña de azúcar. En ese año, la producción ascendió a 1.2 millones de toneladas de café  cereza, con un valor de producción cercano a los 5 mil 600 millones de pesos.

Como se muestra en la gráfica anterior, en los últimos años la producción de café en México ha disminuido a pesar de que la superficie sembrada se ha incrementado. Es decir, la productividad se contrajo, pues se pasó de cosechar 2.5 toneladas por hectárea (tons/ha) en 1980 a 1.7 tons/ha en 2014. Esta caída en la productividad se ha debido principalmente a tres factores: plagas como la roya y broca, envejecimiento de los cafetos (edad promedio de entre 30 y 40 años) e impactos climáticos (sequias o lluvias abundantes a causa de huracanes).

Aunado a esto, los productores de café en México enfrentan una problemática seria de precios que desincentivan la inversión en este sector, que hoy emplea a más de 500 mil productores. Con cifras del SIAP y una consultoría de precios, se encontró que para 2014 el precio pagado al productor por el café cereza fue de 4.8 pesos por kilo, mientras que en su forma final de grano previo al tostado (precio libre a bordo a pie de bodega) fue de 40.9 pesos. El precio en anaquel al consumidor final de café no soluble oscila entre los 60 y 80 pesos/kilo, dependiendo de su calidad y origen.

Es importante mencionar que en toda la fase de producción-comercialización existen muchos intermediarios. Además, en la mayoría de los casos, el productor primario no es quién da el valor agregado a su producción sino que se han desarrollado mercados secundarios para las distintas fases de su comercialización como pueden ser secado, lavado, tostado, embazado, distribución y exposición en punto de venta.

Otro elemento que impacta a los productores de café en México es que desde 1990 el precio de este grano en nuestro país se rige por las cotizaciones en la bolsa de Nueva York, lo que genera que a pesar de que una menor producción interna pudiera incrementar su precio, esto no suceda cuando la producción mundial aumenta o su consumo disminuye. De hecho, como se aprecia en la gráfica siguiente, el precio internacional del café ha sido extremadamente volátil en los últimos 34 años, cerrando 2014 a niveles similares de 1980.

A nivel internacional, la producción de café está comandada por Brasil, Vietnam, Colombia e Indonesia; México ocupa la octava posición, produciendo apenas el 8.6% de lo que Brasil produce. Esto implica que los movimientos del precio del café grano en México dependan más del comportamiento internacional que de su mercado interno. 

Otras problemáticas no menos importantes que enfrenta el sector son, por enunciar algunas, la poca capacidad de los productores para implementar tecnologías de economías de escala , pues cerca del 92% de los productores tiene menos de 5 hectáreas de cafetales. Aunado a ello, los costos de producción son 27.5% superiores a los que hay en Brasil y 22.6% mayores que en El Salvador. En cuanto al lado de la demanda, vale la pena apuntar que el consumo per cápita anual en México es de 1.4 kg mientras que en Estados Unidos, Francia y Suecia es de 3.7, 5.7 y 11 kg, respectivamente. México exporta alrededor del 80% de su producción, muestra de que aún tiene un fuerte mercado interno de consumo que detonar.

Lo anterior son solo algunos elementos que han generado en el sector abandono de los cafetales. Esto puede tener impactos más allá de lo económico, debido a la importancia del cultivo en muchas comunidades del país.

*gl