Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

11 Mar, 2024

Acapulco 2024, un Tianguis Turístico atípico

Hacer el Tianguis Turístico 2024 en Acapulco es una decisión política correcta, una de las pocas oportunidades de este sector para regresarle al otrora famoso destino internacional lo que dio a México durante décadas.

Pero desde la perspectiva del negocio, sencillamente será un desastre, pues todavía no se repone del impacto del huracán Otis.

Para comenzar, serán muy pocos los ejecutivos de las principales empresas internacionales que asistirán al evento.

El director general de una cadena de hoteles de capital europeo, con una fuerte presencia en México, de plano recibió la recomendación de su director en México para que no asistiera, por las condiciones de inseguridad y más en época de elecciones.

Tras hacer unas llamadas confirmó que sus colegas de otras cadenas tampoco irían.

Si eso sucede en Europa, resulta que el Departamento de Estado de la Unión Americana incluye en sus alertas no viajar a Guerrero.

Además, los pequeños empresarios, es decir, muchos de los que conforman el sector turístico, se están encontrando con tarifas 50% más elevadas a las de hace dos años y falta de habitaciones.

Para ejemplo basta abrir la app de Booking y poner Acapulco del 12 al 14 de abril, y resulta que esa OTA ya vendió más de 90% del inventario que tiene en ese destino.

Las 900 habitaciones de Mundo Imperial están siendo controladas por la Secretaría de Turismo y, en resumen, esos días los cuartos estarán llenos, pues hay pocos cuartos disponibles.

También hay una reducción de la oferta gastronómica, así es que, para decirlo amablemente, éste será un Tianguis atípico. Además, con las operaciones aéreas internacionales cerradas, esos días los prestadores de servicios de Acapulco recibirán un poco de oxígeno, pero los riesgos de que salgan mal las cosas también se han incrementado.

 

Divisadero

Un mundo diferente. Allá por la década de los 80 del siglo pasado, las grandes mayoristas como Apple Vacations, Mark Travel, Travel Impressions y Gogo Vacations eran los “reyes de la pradera”, y ahora muchas ya cerraron.

Precisamente en los Tianguis, los dueños de las cadenas hoteleras agasajaban a los mayoristas y les daban casi todo lo que les pedían.

En Cancún de los años 80 del siglo pasado esos mayoristas tiraron los precios de las habitaciones, tras el paso del huracán Gilberto amenazando con dejar los hoteles vacíos, lo que literalmente era como llover sobre mojado.

La semana pasada, Flight Center Travel Group anunció el cierre de otra mayorista: Gogo Vacations, pues ya no tenía forma de competir en el mercado masivo con los poderosos sistemas de reservaciones digitales.

La compañía anunció que se concentrará en el turismo de lujo y en los viajes high end, así es que unos 80 estadunidenses que todavía trabajaban en Gogo perderán sus empleos.

Mientras, en la Feria Internacional de Turismo de Berlín (ITB), que se llevó acabo la semana pasada, ya no se habló de sustentabilidad, sino de encontrar, cuando menos, las vías para evitar que el crecimiento del turismo masivo siga afectando al medio ambiente.

Sabor es Polanco. El evento gastronómico organizado por CIE cumplió 10 años en la Ciudad de México, acudieron más de seis mil comensales con boletos pagados, hubo restaurantes, no sólo de muchas zonas de la capital, sino de otros países y fueron invitados tres chefs mexicanos con estrellas Michelin: Indra Carrillo, Enrique Casarrubias y Roberto Alcocer.

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