El Fonatur pone a temblar los destinos turísticos

Este 15 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) firmó un acuerdo instruyendo al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para que le traslade sus reservas territoriales a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Esta última dependencia las convertirá en Áreas Naturales Protegidas.

La realidad es que el Fonatur ha tenido esas reservas desde hace muchos años y ni tiene la capacidad para cuidarlas ni tampoco ha podido hacer algo productivo con las mismas.

En el acuerdo se especifican los tamaños de esas reservas en los distintos Centros Integralmente Planeados (CIP).

Falta conocer los detalles, pero sí se sabe que no se están afectando todas las propiedades inmobiliarias con las que cuenta el Fondo.

Por ejemplo, en el caso de Cabo San Lucas, se transferirá a Semarnat del Cerro del Vigía hasta donde comienza el hotel Pueblo Bonito Blanco y del Puente de Walmart hasta Altamar.

Sin embargo, no será incluida la dársena, lo que hubiera implicado problemas importantes a la actividad náutica.

Lo que realmente les preocupa a quienes realizan actividades turísticas en destinos como Cancún, Huatulco, Ixtapa, Loreto y Los Cabos es lo que sucederá con la tarea cotidiana del Fonatur para cambiar las luminarias, atender los jardines, darles mantenimiento a las calles; pues incluso transfiriéndoles su presupuesto a los municipios la institución cuenta con recursos humanos y experiencia que no se podrán reponer.

Al inicio de esta administración, en el Fonatur se habló de un modelo de gerencia de ciudades (City Manager), en donde compartirían responsabilidades el gobierno y la iniciativa privada.

En un CIP como Cancún es factible implementarlo más o menos rápido, pero hay otros, como Huatulco y Loreto, que no tienen ni la masa crítica de visitantes ni los recursos privados necesarios para compartir estas tareas.

A más de cuatro años de que AMLO anunció el cierre del Consejo de Promoción Turística, no ha concluido su liquidación, cuando no tenía litigios ni deudas y sólo una demanda laboral.

En el Fonatur hay numerosos litigios en marcha; conflictos con habitantes por cambios de uso en la tenencia de la tierra; demandas laborales y un sinfín de problemas.

Definitivamente no se podrá cerrar en este sexenio y la paradoja será que, si no se cuida la calidad de los CIP, el Fonatur de todas formas seguirá existiendo, pero ya no le servirá de nada al turismo.

DIVISADERO

IGUALA. David Gama, presidente de este municipio del estado de Guerrero, sigue trabajando en el reposicionamiento de esta ciudad.

Apenas el lunes inauguró el obelisco El renacer de Iguala, obra de los arquitectos Carlos Zedillo y Alberto Kalach, ubicado en la glorieta de la carretera Iguala-Ciudad Altamirano, precisamente la que lleva a Ayotzinapa.

Ayer jueves, Gama, junto con Margarita González Saravia, directora de la Lotería Nacional y extitular de Turismo de Morelos, presentaron el billete conmemorativo por los 70 años de la Feria de la Bandera.

Precisamente, una forma de llevar el nombre de Iguala a todo el país, cuna de la bandera mexicana y ciudad con importantes atractivos turísticos y gastronómicos.

Hoy, Estrella de Oro ya está planeando un tour por esa ciudad, en donde cerraron 25 hoteles por el problema con los estudiantes y la pandemia.

Varios de ellos ya están planteando reabrir sus puertas, lo que será cuando ocurra una señal más de que Iguala está regresando paulatinamente a la normalidad.