Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

23 Mar, 2020

Ahora sí, estamos en la tormenta perfecta

Es probable que, en la época moderna, México no haya sufrido una tormenta perfecta que lo pusiera al borde de una tragedia económica y de salud.

Esta tormenta perfecta se forma en el momento en que la amenaza del COVID-19 se suma a un manejo erróneo de la economía y provoca que la moneda se hunda, la actividad económica se paralice, las finanzas públicas se tensionen y las expectativas del país se ensombrezcan.

Lo que sí debemos tener muy claro es que el problema económico lo creó la mala conducción del actual gobierno y que la crisis del COVID-19 sólo adelantó, cuando menos doce meses, las consecuencia de esa mala conducción.

La economía mexicana entró en recesión desde el año pasado, desde el año pasado se cayó la inversión, desde el año pasado se colapsó la industria de la construcción y desde el año pasado y en el presupuesto de 2020 fue más que evidente que las finanzas públicas no soportarían más allá del 2021.

La llegada del COVID-19 provocó que las consecuencias de esa mala conducción, que madurarían hacia 2021, estallasen ahora.

El tipo de cambio va en caída libre, no por el COVID-19, sino porque, ante el deterioro de las expectativas económicas del país, los inversionistas no están dispuestos a quedarse en pesos aunque les paguen seis por ciento de interés anual frente al cero por ciento que pagan en otros mercados. Prefieren la seguridad que les da el dólar, aunque no tengan rendimiento.

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Como están hoy las cosas, con un gobierno que sigue sin reconocer la pandemia y que sigue tomando decisiones económicas equivocadas, es posible pronosticar que la economía mexicana terminará este año con un decrecimiento de menos cinco por ciento, si bien nos va.

Y, como ejemplo de las decisiones económicas equivocadas que se siguen tomando, está la votación popular realizada el sábado y ayer para ver si se termina y entra en operación la planta cervecera de Constellation Brand en Mexicali.

Sea cual sea el resultado, ¿qué inversionista querrá venir a México cuando la instalación y el inicio de operaciones de su empresa serán sujetas a la votación popular?

Con acciones como esta, se atenta contra los inversionistas en momentos en los que la economía se desacelera y es la mejor manera de  darle la puntilla al crecimiento y ahuyentar las inversiones, hoy y hacia delante.

Para ahondar en el problema, es evidente que el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, está como congelado.

En esta crisis, cuando debiera ser uno de los actores en la conducción de la economía para sortear el problema, sencillamente parece haberse aislado en su casa por el temor al COVID-19.

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La realidad es que las decisiones en materia económica las está toamando el Presidente de la República y el titular de Secretaría de Hacienda y Crédito Público ni opina ni cuenta su opinión.

En este clima, tenemos enfrente un tornado económico y vamos directo hacia él. Provocará una moneda depreciada. Posiblemente un resurgimiento de la inflación y, sin duda, una caída económica que podría ser la más grande en la historia moderna del país.

Hasta el próximo lunes y, mientras, no deje de seguirme en mi página de Facebook, Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de Twitter, @jerezano52.

 

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