Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

19 Ago, 2019

Banxico le abona a la incertidumbre

El Banco de México se encuentra atrapado entre las críticas del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la falta de liderazgo al interior de su Junta de Gobierno y la desorientación que se percibe en sus decisiones de política monetaria que son de su exclusiva responsabilidad.

Para empezar, el Presidente de México había sugerido hace tres semanas que “sería bueno que el Banco de México bajara las tasas de interés”.

Cuando lo hicieron el jueves de la semana pasada, y se supone por decisión propia y no atendiendo a la sugerencia del Primer Mandatario, Andrés Manuel López Obrador los tundió.

“Ayer vi el informe del Banco de México y hasta opinan más de la cuenta, hasta se quieren meter en el manejo de la política económica que nos corresponde a nosotros, hasta recomendaciones de otro tipo.

“Es mejor que usen a plenitud las libertades, su autonomía, que tengan la arrogancia de sentirse libres, a que vayan a decir que nosotros nos estamos metiendo”, dijo el Presidente de México, el viernes 16 en su conferencia mañanera.

En su comunicado de prensa para informar de la baja de su tasa de referencia, de 8.25 a 8.00%, el Banco de México señaló como una de las causas de la baja de la tasa el estancamiento de la economía y llamó al gobierno federal a atender el deterioro en la calificación de Petróleos Mexicanos, a cumplir las metas fiscales de 2019 y a enviar al Congreso de la Unión un paquete económico 2020 que genere confianza.

Pero ante las expresiones del Presidente de México nadie se atrevió a contestar.

Alejandro Díaz de León, gobernador del banco central, es un buen economista, pero es el gobernador más gris y con menos liderazgo que ha tenido el Banco de México desde su autonomía e, incluso, desde mucho antes.

El banquero central no fue capaz de contestarle al Presidente y sólo salió a decir algo que desconcertó a todos. “La baja en la tasa de referencia no es un cambio de orientación en la política monetaria”, explicó.

Los bancos centrales tienen tres posiciones de política monetaria. Una expansiva, en la que están muchos de esas instituciones ahora, con bajas tasas de interés y con inyecciones de dinero a la economía; una neutra, donde simplemente evitan que la política monetaria estimule o deprima la economía y una estricta, con tasas de interés elevadas para que no haya mucho dinero circulando en la economía.

Esta última es la que estaba operando el Banco de México, con el propósito de combatir las presiones inflacionarias.

Pero si empezó a bajar la tasa de interés y se supone que seguirá ese camino en los siguientes meses, indica que cambió la orientación de su política monetaria porque no percibe presiones de preciso. La inflación en México es la más baja en los últimos dos años.

Y si el gobernador del banco central dice que no hay cambio, ¿está indicando que ahora bajaron la tasa y que en unas semanas más la subirán? ¿O simplemente fue una expresión para que el Presidente de la República no sienta que le están haciendo caso?

A fin de cuentas, lo que el país necesita es certidumbre y el Banco de México no la está dando. ¿Para dónde va su política monetaria? No se vale que el instituto central abone a la incertidumbre que domina el escenario nacional.

 

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