Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

26 Ago, 2019

La mentira del desarrollo sin crecimiento

 

Ahora resulta que una cosa es el crecimiento económico, otra, el desarrollo, y otra, los ingresos de las personas, peor aún, el discurso oficial indica que es posible el desarrollo y la mejoría en el ingreso sin crecimiento económico.

Otra vez, la realidad desmiente esta nueva teoría económica. El mejor ejemplo, el más reciente, aunque hay muchos en la historia del mundo es China.

De tener mil 500 millones de miserables donde había hambrunas que provocaron la muerte de millones de personas, China adoptó un Liberalismo de Estado que permitió crecimientos de 10 por ciento promedio anual durante una década y media, y que desde entonces el crecimiento nunca ha sido menor a 6 por ciento anual.

Gracia a eso, casi 500 millones de chinos salieron de la pobreza. Gracias a eso hay un enorme grupo de chinos millonarios. Gracias a eso, la infraestructura carretera, ferroviaria, aeroportuaria y urbana de China hoy asombra al mundo.

Gracias a ese elevado crecimiento económico, hoy China  es una potencia mundial y en unos años será la mayor economía del planeta.

Y junto con China, países como Vietnam, Corea del Sur, España mismo, salieron de condiciones de pobreza peores que las de México y hoy son naciones donde la pobreza está en sus mínimos y el nivel de vida de la población es mucho mejor que el de los mexicanos.

En América Latina, el ejemplo es Chile. Gracias a crecimientos económicos de entre 4 y 6 por ciento promedio anual, Chile redujo la pobreza de 60 a 8 por ciento de la población y las clases medias crecieron de 10 al 64 por ciento. Es, sin duda, el país con mejor nivel de vida en el subcontinente, la mejor economía, con menos corrupción y más competitividad.Un caso contrastante es México.

Las crisis económicas provocadas por el estatismo de los 70 y 80 llevaron a más de la mitad de la población a la pobreza y los raquíticos crecimientos de 2 por ciento promedio anual de los últimos 40 años no son suficientes para que la pobreza disminuya.

Y ahora resulta que no importa que no haya crecimiento, mientras haya desarrollo y mientras los ingresos de los mexicanos aumenten.

Eso es imposible. Sin crecimiento no hay desarrollo y sin crecimiento tampoco es posible que los ingresos aumenten.

Pensar que porque se duplicaron las pensiones a los adultos mayores, porque se becó a jóvenes y porque se paga el trabajo de otros miles de jóvenes hay desarrollo es un error.

Peor aún, ayer mismo un periódico nacional publicó que los programas sociales de este gobierno están teniendo problemas. En 26 entidades dichos programas no están funcionando nada bien.

Hoy por hoy, con una economía paralizada, con la inversión cayendo, con el desplome en la creación de empleos, lo único que pasará es que la pobreza va a crecer, hoy, ya el ingreso promedio de los mexicanos es menor al de hace un año, aunque los salarios hayan aumentado, aunque la inflación esté bajo control, aunque los combustibles no suban de precio. La realidad dice que el ingreso promedio de los mexicanos ya está bajando.

El tema es muy sencillo: sin crecimiento económico todos nos haremos más pobres. Esa es la realidad.

Hasta el próximo lunes con nuevas Perspectivas y mientras, no deje de seguirme en mi página de FB Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de twitter @jerezano52.

 

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