Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

22 Jul, 2019

Nada más le están quitando los alfileres

 

Con una economía parada y con la amenaza de que  baje la calificación de los Bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex), se presentó el Plan de Negocios de la petrolera, que tiene a medio mundo con la boca abierta por el optimismo y las pocas bases reales que ofrecen los números y las metas de la paraestatal.

Los especialistas tienen ya pocas dudas de que los bonos de Petróleos Mexicanos, más pronto que tarde, serán bonos chatarra.

Además de una serie de inconsistencias numéricas como, por ejemplo, el hecho de que los gastos operativos no cambien aunque la producción y la refinación aumenten, hay dos problemas básicos en el Plan de Negocios de la petrolera.

El primero, que se proyecta un aumento en la producción de un millón de barriles por día en seis años, algo que la empresa nunca ha hecho, con excepción de cuando se descubrió Cantarell, uno de los campos petroleros más grandes del mundo, que hace años se agotó.

El plan para aumentar la producción contempla el desarrollo de 22 campos descubiertos en los últimos años, en un esfuerzo propio, ya que no se considera la participación de otras empresas a través de subastas y se apuesta solamente a los Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (CSIEE), de los que ya está demostrado que no son atractivos para las empresas del sector.

El segundo, que en el Plan de Negocios no existe ningún riesgo. Las metas de producción, las proyecciones financieras, los montos de inversión se cumplen tal cual.

No hay ningún escenario de riesgos, no se contempla la posibilidad de que la producción de un campo decline, no se proyecta que las principales variables financieras se modifiquen.

Lo único que se da por cierto es que la realidad esperará sin cambios a que el Plan de Negocios se cumpla.

Tanto lo ambicioso de las metas como la ausencia de riesgos elevan enormemente las posibilidades de fracaso y eso lo evaluarán las calificadoras.

Los primeros comentarios ya se produjeron. El subdirector de Análisis Corporativo de Standard and Poor’s, Luis Manuel Martínez, consideró que el plan de negocios de la petrolera “está construido sobre una serie de supuestos que, si no se cumplen, propiciarán un grave deterioro en las expectativas de Petróleos Mexicanos”.

Hoy por hoy, tanto la calificación de la paraestatal como la de la deuda soberana de México están tres escalones arriba del grado de inversión, lo cual revela que se espera que un fallo de la empresa sea soportado por el país mismo, sin embargo, también existe la posibilidad de que si se baja la calificación de la deuda de Pemex, también disminuya la de los bonos soberanos.

El impacto de un fracaso de Petróleos Mexicanos sería devastador para la economía mexicana y presionará enormemente al tipo de cambio, hoy sostenido por tasas de interés cuatro veces superiores al promedio mundial.

México está corriendo riesgos enormes por el afán de insistir en un rumbo equivocado y de pretender que las cosas se mejoran con sólo desearlo.

Hasta el próximo lunes y, mientras, no deje de seguirme en mi página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de twitter @jerezano52.

 

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