Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

1 Abr, 2019

Se acumulan las noticias negativas

 

Tanto las cifras duras como los últimos acontecimientos revelan que la economía mexicana simplemente se está apagando, que la meta del 4 por ciento es imposible, cuando menos este año y que las probabilidades de una recesión están creciendo.

Como si fuera poco, aún en medio de la prudencia que caracteriza a las expresiones que se dan a conocer al público sobre la Junta de Gobierno del Banco de México revelan que los miembros de dicho órgano, en realidad y en privado, están con los pelos de punta:

“A principios de 2019, la actividad económica de México continuó mostrando un bajo crecimiento... el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja... las expectativas de inflación general para el mediano y largo plazos siguen ubicándose por encima de la meta permanente de 3 por ciento... destaca la posibilidad de que la cotización de la moneda nacional se vea presionada... entorno de incertidumbre prevaleciente”. Eso dijeron en su más reciente reunión los miembros de la Junta de Gobierno del Instituto Central.

Los datos duros dicen lo mismo. el indicador Global de la Actividad Económica creció sólo 0.2 por ciento en enero respecto al mes anterior.

 El indicador mensual de la Actividad Industrial aumentó sólo 0.6 por ciento, la oferta y demanda global de bienes y servicios aumentó 0.5 por ciento.

El PIB turístico no creció; el consumo privado decreció 0.1 por ciento y la inversión fija bruta cayó 0.7 por ciento y un dato más, la venta de automóviles cayó en 20 de los 32 estados en los primeros dos meses del año.

En la vida real, las empresas del norte del país se encuentran con la noticia de que la disponibilidad de gas natural bajará entre 20 y 30 por ciento.

Donald Trump está aumentando sus amenazas porque la presión migrante sobre sus fronteras nunca había sido tan alta; la violencia está peor que nunca y hay un largo etcétera.

En un ambiente así es imposible que la economía funcione adecuadamente.

Nadie en este gobierno parece comprender que la seguridad, la certidumbre se construyen con hechos y con discursos y que cuando ambos indican que el manejo en general es un desastre, la confianza se va perdiendo y los inversionistas y los consumidores están, cuando menos, asustados.

Hoy por hoy, el principal motor de la economía, la inversión está parada; el consumo interno viene en declive y sólo el comercio exterior funciona.

Nada hay en este momento algo que indique que las cosas mejorarán en el corto plazo y que los efectos de plantones, huelgas y suspensión de obras que hemos visto en el primer trimestre se pueden convertir en algo recurrente, afectando la marcha de la economía.

Este año, cuando menos, México no crecerá al 4 por ciento y de seguir las cosas como van, estamos más cerca de una recesión que de un acelerón económico.

Hasta el próximo lunes y mientras, no deje de seguirme en mi página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de Twiter, @jerezano52.

 

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