Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

19 Sep, 2018

Dongles

 

Con mi agradecimiento profundo a los ingenieros Ernesto Rivera

 e Ignacio Anaya, por su amistad y trato siempre generoso, y a

Pascal Beltrán del Río, maestro periodista que hizo posible este espacio

 

Fiel a su costumbre de jubilar elementos icónicos de sus dispositivos, Apple terminó de matar el “botón de inicio” (Home Button) en los más recientes modelos del iPhone presentados hace una semana. Pero no se trata del único caído.

Una sorpresa más espera a quienes ansían cuanto antes adquirir el iPhone XS, el XS Max o el XR: la caja no contendrá más el incómodo minicablecito que sirve para conectar los antiguos auriculares de 3.5 mm al puerto de carga ubicado en la base del teléfono. Quien requiera de este accesorio deberá gastar nueve dólares adicionales a la compra del smartphone, que no es precisamente barato, según reportó el portal The Verge.

No se trata de una “desaparición” aún, en estricto sentido. Pero sí representa un paso más en la tendencia impuesta por Apple de simplificar al máximo el diseño de su producto estrella (y promover, de paso, la venta de los inalámbricos AirPods, que tampoco son muy económicos).

Como se recordará, una de las innovaciones del iPhone 7 hace dos años consistió en suprimir la entrada para los audífonos estándar tradicionales. Para suplirlos, se produjo un nuevo modelo de auricular, el cual se inserta en la entrada utilizada también para cargar la batería con un cable lightning. Esto significó que no se pudiera suministrar energía y escuchar música en la intimidad al mismo tiempo.

Aunque el iPhone incluye gratis el nuevo tipo de audífonos lightning, Apple pensó en el usuario que también poseía modelos de otras marcas con conector universal como Bose o Beats. Por ello también incluyó sin costo el pequeño accesorio llamado oficialmente “Lightning to 3.5 mm headphone jack adapter”, pero que los sitios especializados en tecnología llaman “headphone dongles”.

Llama la atención el uso de la palabra “dongle” porque es un neologismo sin traducción precisa al idioma español. El diccionario Merriam-Webster lo define como “un pequeño dispositivo que se conecta a una computadora y sirve como un adaptador o medida de seguridad para permitir el uso de cierto software”. Y las imágenes que lo ilustran remiten más a una memoria USB que al impráctico cablecito que habilita los audífonos antiguos a los más recientes iPhones.

El origen etimológico de la palabra es otro raro misterio. Según la página Language Log de la Universidad de Pensilvania, “dongle” ya se usaba desde 1982, aunque la primera evidencia de un uso comercial está en un anuncio de la empresa Rainbow Technologies, publicado en la revista Byte correspondiente a agosto de 1992.

Titulado “Why do they call it a dongle”, el texto de la publicidad cuenta la historia de un codificador ficticio que escribió “el programa de computadora más poderoso del mundo” y que supuestamente se llamaba “Don Gall”. En 2009, el extraño vocablo inspiró al actor Stephen Fry a lanzar una mezcla de monólogo radiofónico, podcast y audiolibro titulado “The Dongle of Donald Trefusis”.

Acertará quien sospeche que detrás de la supresión del dongle gratuito hay una razón comercial. Según la página www.ceros.com, hasta el 14 de agosto pasado este adaptador era el segundo accesorio más vendido de Apple, a pesar de que ese mismo sitio lo describe como frágil, perdible y poco recomendable. Y, por lo que se ve, mucho más necesario que práctico.

COLOFÓN

Esta columna comenzó hace casi siete años precisamente con un texto titulado “Reinventar la rueda”, dedicado a la entonces inminente desaparición de otro icono de Apple mucho más entrañable: el click wheel, la pieza de hardware que servía para navegar entre los menús del iPod. Publicamos entonces que era un triste final para una innovación cuyo destino, como en la canción de José Alfredo, era rodar y rodar.

Ciertamente, ningún nuevo dispositivo desde esa fecha incluyó aquel elemento que volvió a ponerse de moda nostálgicamente en 2017 gracias a la película Baby Driver. Su director, Edgar Wright, tuiteó una foto de su iPod Classic mientras reproduce el soundtrack de esta cinta, en la que el personaje principal maneja bólidos a hipervelocidad mientras busca sus canciones favoritas recorriendo con sus dedos aquella entrañable y revolucionaria rueda táctil. Como diría otro célebre compositor mexicano, Álvaro Carrillo, “hay ausencias que triunfan…”

Y con este colofón cierra su ciclo y agota su capacidad de megas la Memoria Flash. A todos los lectores, gracias.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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