Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

13 Jun, 2018

Lasseter

El 22 de noviembre de 2017, la cuenta de Twitter de la página Cartoon Brew publicó un extraño GIF en el que aparece John Lasseter —director de las veneradas películas animadas Toy Story y Cars— moviéndose de un lado a otro del patio de los estudios Pixar, con el fin de dar efusivos apretujones a las mujeres que se cruzan en su camino. La imagen viene acompañada del texto: “Cuenta regresiva del sabático: sólo faltan 180 días para que los abrazos comiencen otra vez”.

El tuit aludía al escándalo revelado un día antes por The Hollywood Reporter, que publicó un memorándum interno en el que Lasseter anunciaba que se retiraría seis meses de sus funciones como director creativo de los estudios de animación de Disney y Pixar. Así evitó que la inminente divulgación de reportajes sobre su presunta conducta sexual inapropiada afectaran el estreno en EU de la película Coco.

Cartoon Brew, un portal de noticias especializado en la industria de la animación, es desde hace años uno de los principales críticos de Lasseter. Incluso se jactó de haber conocido previamente las denuncias de empleados de Pixar sobre la forma como su director incomodaba a las mujeres mediante comentarios soeces y contactos no consensuados, entre ellos sus aparentemente inocentes abrazos.

De hecho, muchos cibernautas malinterpretaron la intención del GIF publicado por Cartoon Brew, pensando que lo elogiaba. Por tal razón ese sitio borró el tuit y dejó en claro su posición de que Disney no podía ignorar las acusaciones contra Lasseter y cuestionó duramente que le diera al ejecutivo un semestre de vacaciones.

En mayo, al cumplirse ese plazo, Cartoon Brew fue uno de los impulsores del hashtag #LoseLasseter para evitar que regresara a su puesto como si nada hubiera pasado. La campaña triunfó: el 8 de junio Disney anunció que Lasseter abandonará esa compañía al comenzar 2019. Los meses restantes de este año se desempeñará como consultor externo, sin tener siquiera una oficina ahí ni en Pixar, la compañía que vio nacer. De nueva cuenta, para evitar daños colaterales, la noticia se difundió discretamente una semana antes del estreno de su más reciente apuesta en taquilla, Los Increíbles 2.

Amid Amidi, editor de Cartoon Brew, cuestiona que periódicos y agencias —Wall Street Journal, The New York Times, Reuters, CNBC— se refieran a Lasseter como “cofundador” de Pixar, título que —según él— sólo le corresponde a Ed Catmull, Alvy Ray Smith y Steve Jobs, en ese entonces ausente de Apple y quien compró el estudio al cineasta George Lucas. Para Amidi, Lasseter fue sólo uno de los 38 empleados iniciales de Pixar en 1986 y culpa a Disney de haber publicado libros que le dan un protagonismo que no merece.

Esto último no es del todo cierto. Los textos biográficos sobre el fundador de Apple le confieren a Lasseter un papel relevante en la creación del estudio que transformó la animación computarizada en el cine. En El libro de Steve Jobs (Malpaso, 2015), Brent Schlender y Rick Tetzeli describen así al realizador: “Lasseter es uno de los grandes narradores del mundo y Steve amaba esa habilidad. El director afrontaba la construcción de las películas con el mismo espíritu artesano que Steve aplicaba a la creación de una nueva pieza de hardware. A ambos les encantaba la perfección tanto en el procedimiento, como en el acabado”.

Yendo más allá, Schlender y Tetzeli detallan lo que Jobs aprendió de Lasseter y su equipo en el jugo de su trabajo creativo durante la producción de Toy Story, un proceso no exento de fracasos, callejones sin salida, enmiendas y desvaríos: “Ver como colaborábamos, ver que nos crecíamos trabajando juntos, creo que llenó de energía a Steve. Creo que fue uno de los cambios fundamentales cuando regresó a Apple”, dijo Lasseter, citado por los autores.

La historia que conjuntó tecnología sofisticada con innovación narrativa no merecía terminar así. El hombre que hasta hace unos meses era conocido por su rostro alegre y sus camisas hawaianas prácticamente debió salir por la puerta de atrás de la casa que contribuyó a construir.

Ahora su futuro es tan incierto como el de Pixar, cuyo principal orgullo siempre fue la originalidad de sus historias y en cuyo horizonte sólo figuran secuelas. Después de Los Increíbles 2 sigue Toy Story 4, que originalmente dirigiría Lasseter para ser estrenada en junio de 2017, pero que en esa fecha fue sustituida por... Cars 3. No se ve un final feliz.

                marco.gonsen@gimm.com.mx

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