Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

23 May, 2018

Musical.ly

Los desafíos virales ya son una tradición que llegó para quedarse. Después del Harlem Shake (2013), el Ice Bucket Challenge (2014) y el Mannequin Challenge (2016), la moda de imitar conductas extravagantes y exhibirlas mediante videos de internet resurge en 2018 en la forma de un alienígena verde.

El reto consiste ahora en emular el movimiento frenético de cadera de un personaje de caricatura al ritmo de la canción Dame Tu Cosita, un reguetón cuya letra da argumentos a los más acérrimos críticos de ese género y que fue grabado hace 20 años por el músico panameño Rodney Sebastian Clark, mejor conocido como El Chombo (nombre que quizá no suene tan familiar como el de su creación más famosa: El gato volador).

El video oficial que sirve de inspiración a los participantes fue posteado el 5 de abril y en tan sólo siete semanas lleva alrededor de 400 millones de visualizaciones. Es uno de los pocos datos duros disponibles para medir el alcance del fenómeno, que ha provocado que esta vieja rola figure inesperadamente en el Top 40 de las canciones más escuchadas en Estados Unidos, según la revista Billboard.

Y es que, a diferencia de los memes que le precedieron, el Dame Tu Cosita Challenge no debe su formidable expansión a YouTube, Facebook, Twitter, Snapchat o Instagram, sino a Musical.ly, una aplicación que representa la incursión de China a la competida arena de las comunidades virtuales.

Con apenas tres años de existencia, Musical.ly es una red social cuyo funcionamiento se alimenta de otras experiencias exitosas. Como la casi extinta Vine, se trata de grabar videos cortos, con la diferencia de que éstos incluyen alguna melodía de fondo (aunque muchos de ellos son pequeñas estrofas cantadas a capela o haciendo lip-sync). Como Snapchat, se vale de la tecnología de realidad aumentada para incluir filtros, máscaras, emojis y stickers. Como Periscope, facilita las transmisiones en vivo mediante la plataforma live.ly en la que, al estilo Twitch, pueden compartirse también las habilidades en videojuegos móviles. Y también integra conversaciones mediante hashtags.

Aunque es una app gratuita, tiene un sistema de compras de “monedas” (100 de ellas cuestan 19 pesos) para enviar regalos virtuales a los usuarios populares, a quienes se les denomina “musers” (a sus seguidores se les llama “fans”). Contiene lineamientos comunitarios que promueven el que se compartan contenidos sanos y castigan los discursos de odio, bullying, contenido sexual explícito y spam; en ellos, además, se sugiere publicar la menor cantidad de datos personales detallados.

De acuerdo con las más recientes estadísticas, que datan de hace un año, Musical.ly cuenta con 200 millones de inscritos en el mundo, de los cuales 60 millones son usuarios mensuales activos, los cuales publican 13 millones de videos al día. En México, es la quinta aplicación más descargada en Android y la número 13 en iOS. Y su base de usuarios es casi totalmente de adolescentes que van de los 10 a los 21 años de edad, aun cuando sus términos y condiciones prohíben explícitamente que accedan los menores de 13 años.

Musical.ly fue fundada en julio de 2014 por los amigos Alex Zhu y Lulu Yang, residentes de Shanghái con oficinas de trabajo en California. Su éxito instantáneo motivó el interés de la firma china Bytedance –creadora del agregador de noticias Toutiao– que pagó mil millones de dólares por Musical.ly en noviembre pasado (Bytedance es además propietaria de otra app musical casi idéntica, Tik Tok, que se convirtió en la más popular en la App Store de enero a marzo de este año, con casi 48 millones de descargas; esto significa que desde Pekín está llegando una de las más serias amenazas a los imperios social-media de Silicon Valley).

Como se apuntaba al principio, no es fácil calcular el impacto total del nuevo meme por la escasa información que proporciona Musical.ly. Ahí, el hashtag #dametucosita cuenta con más de 158 mil usuarios que gozan los videos de jóvenes emulando el contoneo procaz de un extraterrestre animado por computadora. Las recopilaciones de esos cortos han generado un efecto multiplicador en YouTube: la que publicó el canal Elements suma casi 20 millones de vistas, y el de Salsa Sauce llevaba 16 millones.

Los creadores de Musical.ly originalmente pensaron ésta como un proyecto educativo que desde muy pronto sintieron condenado al fracaso. En algún sentido acertaron, aunque por las razones equivocadas.

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