Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

27 Jun, 2018

Suecia

Una batalla recurrente entre aficionados al futbol y detractores de ese deporte consiste en minusvalorar los triunfos de los países latinoamericanos en el balompié cuando se enfrentan con naciones más avanzadas económica y culturalmente. En ese contexto, a nuestro país le tocó bailar con tres de las más feas... comparaciones.

Abundaron en redes sociales los comentarios despectivos de quienes menospreciaron los triunfos de la Selección Mexicana sobre Alemania y Corea del Sur, a los que evidentemente no superamos en otros estándares. Los germanos son potencia mundial indiscutible, mientras que los asiáticos han crecido vertiginosamente gracias a una agresiva industria tecnológica.

Un probable triunfo hoy del Tri sobre el conjunto de Suecia desatará controversias igual de ociosas, sobre todo cuando este último país suele figurar en las noticias únicamente cuando se actualiza el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, en el que ocupa siempre alguno de los primeros lugares.

Y aunque en materia de alta tecnología no tiene la fama que en fechas recientes han adquirido los sudcoreanos, Suecia está considerada como una de las tierras más fértiles para la innovación y el florecimiento empresarial.

Así que si a usted le gusta participar en el tipo de discusiones bizantinas referidas al principio, le conviene tener a la mano estos datos: Suecia, de entrada, es la cuna de Ericsson, compañía de telecomunicaciones que cuenta entre sus aportes la invención del mecanismo de comunicación inalámbrico conocido como Bluetooth, fundamental para conectar teléfonos con bocinas.

También puede usted ilustrar a su contrincante futbolero diciendo que en Suecia, hace ya casi 15 años, surgió el primer intento exitoso de construir una red de comunicación en la que cualquier computadora sería convertida en teléfono. El pionero fue Niklas Zennström, creador de Kazaa, famoso software de intercambio de archivos mediante redes peer-to-peer, del tipo Napster, para el cual usó un protocolo también de su autoría, FastTrack.

Esa tecnología, útil para compartir música y películas sin costo –a riesgo de ser demandado en materia de copyright– sirvió de base a Niklas para desarrollar un programa de internet que, mediante un solo toque, emulara el marcado de un dial para iniciar conversaciones que en un principio sólo involucraban audio, pero que con el tiempo incluirían video. Y lo mejor: serían llamadas gratis.

Zennström y sus socios bautizaron primero la aplicación lanzada el 29 de agosto de 2003 como “Sky peer-to-peer” y luego la abreviaron como “Skyper”, dominio que no pudieron registrar por estar ya ocupado. Bastó con quitarle la “r” final para que quedara en Skype, emblema precursor que hoy es propiedad de Microsoft.

Y a Suecia le debemos también la transformación radical de la industria de la música. El próximo 7 de octubre se cumplirán 10 años del lanzamiento oficial de Spotify, idea de los amigos Daniel Ek y Martin Lorentzon, que acabó con la idea de que un usuario debía necesariamente ser poseedor de las canciones que le gustaran –uno de los dogmas con los que Steve Jobs creó iTunes– e instauró el streaming como estándar dominante de consumo musical.

No es casual que Spotify surgiera en 2008, justo semanas después de que estallara la crisis económica mundial en Estados Unidos tras la caída de Lehman Brothers. De hecho, como apunta un análisis del sitio TechCrunch, gracias a una mezcla de tradiciones culturales únicas, líderes visionarios, compañías orientadas globalmente y políticas gubermanentales inteligentes, Suecia pudo sortear mejor que otros países europeos aquella depresión.

Deste entonces, su capital, Estocolmo, es famosa por ser cuna de numerosos unicornios, como se le conoce a las firmas tecnológicas valuadas en más de mil millones de dólares. En 2017, según Business Insider, 442 empresas suecas recibieron inversiones por más de mil 200 millones de dólares. Una de ellas, la app de pagos iZettle, fue recién adquirida en mayo pasado por PayPal, mientras que el sitio EU-Startups enlistó 10 prometedoras firmas con las que el país europeo promete irrumpir en industria automotriz, ecología, videojuegos, salud y economía de apoyo a refugiados.

Si México supera futbolísticamente a los escandinavos, ya tiene información para reivindicarlos. Y si no, me temo que no habrá tema de conversación, ni por Skype.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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