Propuesta energética de Sheinbaum, con contradicciones y dudas

El proyecto energético que presentó el lunes Claudia Sheinbaum, acompañada ni más ni menos que de Cuauhtémoc Cárdenas, es, por decir lo menos, muy contradictorio en sus objetivos y, además, sin ninguna claridad ni de su costo ni cómo se pretende financiarlo, por lo que, de entrada, hay que sospechar sobre su viabilidad.

Las contradicciones son muchas. Por un lado evidentemente retoma la promesa no cumplida de López Obrador de alcanzar la soberanía energética, pero, por el otro, aseguró que se no se incrementará la producción de Pemex que —dijo— se mantendrá en 1.8 millones diarios de barriles que, por cierto, es una meta que nunca se alcanzó en este sexenio.

Si no se incrementa la producción petrolera, para abastecer a las refinerías —incluida Dos Bocas cuando algún día comience realmente a refinar— se tendrá que reducir la exportación de Pemex, pero al mismo tiempo —otra contradicción— Sheinbaum sostiene que otra meta es fortalecer a la empresa que tendría cada vez menos ingresos en dólares por la menor exportación y porque, además insiste en que no habrá gasolinazos y ni los precios ni los ingresos de Pemex subirán en términos reales.

Lo que no dice es que los precios de la gasolina dependen de factores externos como son el precio del petróleo a nivel internacional y el comportamiento del dólar. Si ambos suben, la única forma de evitar los gasolinazos sería al aumentar los subsidios mediante el IEPS, como inició la SHCP desde el sexenio pasado, que además de repercutir en las finanzas públicas afectaría los ingresos de Pemex.

Sheinbaum no explicó cómo pretende alcanzar la soberanía energética, pero en el caso de López Obrador incluye la producción de Deer Park que sí es ya propiedad 100% de Pemex, pero la gasolina ingresa al país como importación que supuestamente —otra contradicción— se pretende disminuir.

PEMEX CON “DEUDA RAZONABLE”

Otra propuesta de Sheinbaum es mantener una “deuda razonable” —así lo dijo— en Pemex. No podemos saber qué debemos entender por deuda razonable. De acuerdo con Octavio Romero, director general de Pemex, la deuda de la paraestatal se reducirá —no dijo cuándo ni cómo— de 107 mmdd a 94 mmdd que aún si lo lograra se mantendría como la petrolera más endeudada del mundo y en quiebra técnica que necesitará de mayores rescates por parte de las finanzas públicas.

Desde luego, Sheinbaum ni siquiera mencionó ni los pasivos laborales de Pemex que superan los 100 mdp ni los adeudos a proveedores por más de 150 mmdp.

INTENSIDAD ENERGÉTICA

Otra contradicción de Sheinbaum es lo que denominó “intensidad energética” y pretende que se desvincule el consumo de energía del crecimiento económico priorizando la eficiencia energética y la reducción de emisiones

La meta muy loable, desde luego, es una mayor inversión en plantas eólicas, solares y de hidrógeno verde, pero al mismo tiempo —otra contradicción— no quiere cerrar refinerías que producen energías con combustibles fósiles y presume la compra de plantas de Iberdrola que no son renovables.

Una contracción adicional es que quiere alcanzar su meta de energías renovables, pero mantener la capacidad y distribución de energía eléctrica en manos de la robustecida CFE con una participación de mercado de 54% y dejar en manos del sector privado 46% “o menos justo en un contexto en el que por el nearshoring las empresas interesadas en invertir en México lo que requieren es acceso a energías renovables.