Sorprenden cambios en AICM

El vicealmirante en retiro Carlos Velázquez Tiscareño anticipó ayer, entre líneas, al participar en la LVIII Asamblea General de la Canaero —en la que fue ratificada Diana Olivares como presidenta— su renuncia como director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, al afirmar que, una vez que el AICM se sectorizó oficialmente en la Secretaría de Marina, el próximo director del aeropuerto será un almirante en activo.

Tiscareño —como lo llaman todos en el sector— realizó una excelente labor al frente del AICM, donde llegó a enderezar el barco y poner orden no sólo en temas como seguridad, sino también administrativos porque había una gran cantidad de adeudos que superaban  los cinco mil mdp por parte de aerolíneas, principalmente de Aeromar e Interjet; comercios que tenían meses sin pagar la renta; la cafetería que operaban extrabajadores de Mexicana de Aviación, quienes fueron desalojados, y hasta el sitio de taxis 300.

A pesar de ser un férreo negociador, se ganó el respeto de las aerolíneas como fue evidente ayer en la Canaero, porque mantuvo el diálogo abierto en temas tan complicados como el descenso de los slots a partir de este año a 43 por hora que sólo aplican a aerolíneas nacionales, y el traslado de las aerolíneas de carga al AIFA.

Su eficiencia le llevó a una difícil relación —por decir lo menos— con Miguel Vallin, director de la Agencia Federal de Aviación Civil, y con Isidoro Pastor, quien se desespera porque el AIFA opera con elevados subsidios y no tiene ni 8% de las operaciones del AICM.

La batalla que perdió Tiscareño frente a la Secretaría de Hacienda fue recuperar el TUA que pagan los pasajeros que usan el AICM y que en su totalidad se destina al pago de los bonos NAIM, emitidos para financiar al extinto aeropuerto de Texcoco.

Aún no se ha hecho público quién será el sucesor de Tiscareño, pero ojalá sea alguien con los mismos pantalones, accesibilidad a medios y disponibilidad de —pese a las presiones de la Sedena— hacer del AICM un aeropuerto más funcional.

OCDE, SIN CRÍTICAS A RETROCESO INSTITUCIONAL E INSEGURIDAD

Ante el beneplácito del muy sonriente subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, el estudio de la OCDE sobre México que presentó ayer en Palacio Nacional su secretario general Mathias Cormann no incluyó ninguna referencia, crítica o recomendación sobre los temas que más preocupan al sector privado, como son la creciente inseguridad, el avance del crimen organizado, que controla cada vez más actividades económicas en varias entidades del país, y el grave retroceso a nivel institucional, porque, incluso, sin que se hayan aprobado las reformas constitucionales de López Obrador hay un debilitamiento de todos los órganos autónomos, que son objeto de un constante golpeteo en las mañaneras, al igual que las quejas sobre el Poder Judicial comenzando por la SCJN.

La OCDE, que redujo la expectativa de crecimiento del PIB este año en 2.5% y 2% en 2025, enfatiza las oportunidades de México con el nearshoring, pero sí se enfoca en lo tenemos que hacer para avanzar: una reforma fiscal, reformas estructurales para incrementar la productividad, reducir la inequidad en oportunidades, una mayor inversión en educación de calidad, fomentar mayor participación de las mujeres, invertir en conectividad digital en todo el país, un mayor esfuerzo para combatir la corrupción y, desde luego, invertir en energía renovable para atraer a empresas que están en proceso de descarbonizar su producción.