Threads: ¿salvador o villano?

• El discurso tóxico de Twitter migrará a Threads y Zuckerberg volverá a enfrentar el viejo dilema: convertirse en el árbitro del contenido y censurar, o permitir todo.

Hace una pandemia, Mark Zuckerberg habría recibido mucho rechazo si hubiera intentado clonar a Twitter. Sin embargo, después de la elección presidencial que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca, el pánico moral que suele experimentar la sociedad estadunidense se centró en Zuckerberg y el escándalo de Cambridge Analytica.

EL VILLANO

La hipótesis que convirtió a Zuckerberg en el villano de moda fue que la hipersegmentación que permite Facebook en el despliegue de publicidad, según la narrativa predominante del campo del Partido Demócrata, habría permitido manipular a los electores estadunidenses que eligieron a Trump. Posteriormente, surgieron estudios que afirmaban que Instagram afecta la salud y autopercepción de las adolescentes, lo que generó una ola de críticas a las redes sociales. Es cierto que Facebook y Twitter generan “cajas de resonancia” que contribuyen a la polarización, pero su papel en este fenómeno ha sido sobredimensionado. A todo esto, se sumaron graves problemas de moderación de contenido, particularmente fuera de Estados Unidos. En respuesta a estos problemas, Zuckerberg cambió el nombre de Facebook a Meta e invirtió más de 10 mil millones de dólares en el metaverso. Hasta ahora, esta apuesta no ha dado los resultados esperados.

EL NUEVO VILLANO

Si en 2019 o 2020 Mark Zuckerberg hubiera lanzado Threads, habría recibido críticas incesantes de querer monopolizar la conversación en las redes sociales, dominando la única plaza pública que no le pertenece. Además, habría sido criticado por copiar de forma burda a Twitter. No me sorprendería que los senadores estadunidenses lo hubieran llamado a comparecer de nuevo. Sin embargo, después de que Elon Musk compró Twitter en octubre del año pasado por 44 mil millones de dólares y comenzó a aplicar una serie de cambios, las perspectivas cambiaron. Al despedir a la mitad de los empleados, cobrar por la paloma azul de identidad y rehabilitar cuentas como la de Donald Trump o Kanye West, Musk se volvió el nuevo objetivo de críticas.

Cuando surgieron alternativas a Twitter como Parler y Truth Social, después de la expulsión de Trump, y Mastodon, tras la compra de Musk, éstas no tuvieron éxito por falta de masa crítica. Los usuarios de Twitter no estaban dispuestos a empezar de cero. Ahí radica la ventaja de Threads, que aprovecha los más de mil millones de usuarios mensuales de Instagram. Esto explica su rápida adopción, con más de 70 millones de usuarios y contando.

VIEJOS DILEMAS

Threads es un éxito para Meta, aunque enfrenta retos, comenzando por su nombre, que resulta poco amigable para aquellos que no hablan inglés. Además, no pasará mucho tiempo antes de que una parte de la sociedad estadunidense recuerde que Mark Zuckerberg era el villano. Inevitablemente, el discurso tóxico de Twitter migrará a Threads y Zuckerberg volverá a enfrentar el viejo dilema: convertirse en el árbitro del contenido y censurar, o permitir todo. En cualquiera de las dos posiciones se ganará la animadversión de una parte de amplios sectores de Estados Unidos y el mundo. Para los tuiteros es una gran noticia, porque provocará que Elon Musk salga de su zona de confort y capricho en la gestión de Twitter.