David Páramo

Análisis superior

David Páramo

15 Ene, 2020

Enemigo equivocado

El diputado local de Morena por la Ciudad de México, Emmanuel Vargas, aseguró que fue asaltado el lunes al salir de una sucursal de BBVA y, siguiendo el modelo que se viralizó el fin de semana tras un hecho similar en Veracruz, difundió en sus redes un video en el que acusa, de lejitos, a un empleado bancario, sin ninguna prueba, diciendo “este cabrón me puso para que me asaltaran”.

El Padre del Análisis Superior plantea que este asunto podría ser tratado con la misma bajeza e irresponsabilidad que el legislador del partido hegemónico al acusar sin ningún tipo de prueba al empleado bancario.

Se podrían decir ¿para qué sacó el dinero? ¿Sí lo robaron o está tratando de defraudar? ¿El dinero era para lavarlo o pagar favores políticos? ¿Está evadiendo al SAT? Y, así, una interminable serie de miserias que están tan de moda y el PAS no comparte. Sólo deja claro que acusar sin pruebas es tan barato como irresponsable.

El fin de semana se linchó mediáticamente a una empleada bancaria en Boca del Río por medios que irresponsablemente se creyeron una versión que ha resultado totalmente falsa. No es pariente del delincuente ni existe algún elemento que pudiera implicar el más mínimo atisbo de complicidad. La empleada de Santander tan cumplió con los procedimientos que ha presentado una denuncia contra el hombre que la increpó por una larga lista de temas que van desde las amenazas y tocan hasta el daño moral. Este hombre tendrá que enfrentar el robo y las consecuencias de sus irresponsables acusaciones.

En ambos casos existe evidencia de que los empleados bancarios actuaron de acuerdo con los protocolos que les evitan tener cualquier tipo de comunicación telefónica o por algún medio similar con el exterior, así como los procedimientos internos. BBVA ya entregó a la autoridad los videos en los que se aprecia que el cajero no violó ningún protocolo y, por lo tanto es inocente de las imputaciones que se le hicieron.

Es un mito que empleados o cajeros bancarios estén coludidos con delincuentes que asaltan cerca de las sucursales. En más de una década ningún cajero bancario ha sido encontrado culpable por la comisión de este delito en la Ciudad de México. A nivel nacional solo existe un caso en Guadalajara. Desde cierto punto de vista, es mucho más probable que cometan algún tipo de fraude o abuso de confianza que sean halcones de algún grupo delincuencial.

REMATE CORRECTO

El enemigo no está en los bancos, ya que estos tienen una lista de procedimientos de seguridad atrás de los mostradores, que son cumplidos a cabalidad y en el patio de la sucursal, normas que se acordaron desde que Marcelo Ebrard era secretario de Seguridad Pública de la capital del país, como no usar lentes oscuros, gorras o evitar el uso de dispositivos móviles.

El problema, tanto en Boca del Río, la Ciudad de México o prácticamente todo el país tiene que ver con la inseguridad que atenta lo mismo contra quienes retiran efectivo de las sucursales que contra quienes bajan en el transporte público. Vargas, quien tendría que enfrentar ante tribunales sus imputaciones dolosas y falsas, debería estar enojado contra la estrategia de abrazos y no balazos, chanclazos o cualquier otra frivolidad. Su molestia debería destinarse en contra de Claudia Sheinbaum y no en contra de un hombre que hace un trabajo difícil, aburrido y de bajo salario.

REMATE BANCARIO

El gremio que encabeza Luis Niño de Rivera debe tomar con seriedad la notoriedad que están tomando estos casos en los que ellos también pueden calificarse en el renglón de víctimas. Son hechos que no ocurren en las sucursales ni en sus inmediaciones, pero al que el imaginario popular ha convertido en victimarios.

No únicamente fijar una posición a favor de sus decentes trabajadores, sino también revisar las acciones que están tomando para perfeccionar sus protocolos, para que sus clientes comprendan la importancia de seguir medidas de seguridad en las sucursales y evitar en la medida de lo posible retirar efectivo. Si alguien quiere manejar grandes cantidades de efectivo generalmente es porque le quiere esconder su procedencia o destino al fisco.

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