Uno aprende a conformarse con buenas aproximaciones. El IPC construye —creo— el patrón esperado.
No hace gracia, pero tampoco causa extrañeza. La industria en México crece pobremente.
No se espera que sean demasiado buenos. Los mercados tenderán a bajar, pero no mucho… espero.
Habla de la estructura monopólica de nuestra economía. Los monopolios son ineficientes, por definición.
Sí hay un ambiente mejor para la economía global. Riesgos: emergentes, inequidad, deflación y tensión política.
Y sí, el mercado mexicano es muy complicado. No suelo comprar con base en la esperanza.
Es ahora, aunque algunos necesitamos más y otros menos información. Quizá la diferencia de opinión es cuestión de plazos, análisis mediante.
Los mercados en la línea de lo esperado. ¿Quantitative Easing en Europa?; veremos.
Como sea, el alza ha sido muy agradecible. La siguiente meta importante está en los 43 mil puntos.
Nuevo “máximo histórico” en el S&P 500. El IPC, sin “ajuste” importante; me gustaría que lo tuviera.
La Fed seguirá siendo foco de atención. El empleo constituye elemento clave, pero empieza a ser “reevaluado”.
Asomos de negociaciones entre Rusia y los países del G-7. La productividad en México cae desde hace cuatro años.
Y sí, supongo que las cosas tenderán a “normalizarse”. Se puede abrir un espacio para los emergentes.
El IPC mexicano ha seguido la suerte de los emergentes. Vea al EEM. Opera en todos lados; también en la BMV.
Los datos del IGAE, peor de lo esperado. Los mercados hacen lo esperado… más o menos.
Los últimos datos del IGAE han sido en línea con lo que se percibe. La información será útil para vislumbrar lo que está ocurriendo.
No hay mejoría notoria en el crecimiento. Los mercados cumplieron bien en la semana.
No encontrarán una postura más “suave” de la Fed. Aún hay poco espacio para que el S&P 500 suba mucho más.
Y sí, los estímulos monetarios no pueden durar por siempre. La Fed redujo “ligeramente” sus pronósticos.
El IPC subió 2.3%, cosa inusual en estos tiempos. Los mercados operan con buen ánimo, en el ambiente “postCrimea”.